Mieres pretende aprobar de forma inicial su PGOU a principios de 2025

Una situación que está cerca de solucionarse, con un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que según ha confirmado el regidor mierense, Manuel Ángel Álvarez, «la aprobación inicial queremos hacerla en los primeros meses de 2025, el trabajo está muy avanzado». El regidor explicó que «me consta que tanto desde el departamento de Urbanismo como desde a empresa adjudicataria se trabaja a fondo para estar en disposición de hacer la aprobación inicial del mismo en meses».

Los trabajos llevan casi dos década de trámites, pero, como recuerda el regidor, «ha tenido que superar diversos problemas, como que la empresa que lo estaba redactando entró en 2016 en concurso de acreedores, y costó mucho recuperar toda la documentación». Fecha que coincidió con la modificación de algunos aspectos menores, a petición del Principado.

Finalmente no pudieron hacerse por la quiebra de la empresa y aproximadamente un año más tarde el Ayuntamiento asumió el proyecto y ante la imposibilidad de hacerlo con medios propios en 2021 se contrata un servicio de asistencia técnica para la continuidad de la tramitación de la revisión del PGOU, su trámite ambiental, así como el catálogo urbanístico y actualización de la cartografía base. Lo hace por un valor de 379.402,17 euros, y un plazo de ejecución no superior a cuatro años, según recoge la propia memoria del proyecto. Por lo que, para cumplir los plazos establecidos en 2025 debería estar completado el documento para su aprobación inicial, como prevé que suceda la administración municipal.

Una vez se produzca la esperada aprobación inicial, se abrirá un plazo de alegaciones para que los interesados puedan presentar sus propuestas o reclamaciones al documento. Por último, previsiblemente al año siguiente ya se podrá dar la aprobación definitiva.

La idea que se maneja desde el Consistorio mierense es que el nuevo documento pueda dar respuestas a las necesidades actuales de los vecinos y a las del propio organismo municipal en materia urbanística. Consideran que no debe ser una norma rígida, sino que esté abierta a incluir modificaciones puntuales en casos específicos a los que haya de dar una respuesta en el menor tiempo posible, y que no se repita la situación actual de estar esperando décadas por ellos.

El PGOU, es un documento clave para que muchos mierenses puedan iniciar proyectos de mejora en la infraestructura urbana, como la instalación de ascensores en viviendas como ocurre en el barrio de San Pedro, o mejorar sus propiedades, algo que ahora es imposible en barrios tan emblemáticos como La Villa y en Requejo, donde incluso se han frenado varias inversiones en proyectos turísticos, que los vecinos temen que ya no se podrán recuperar.

Tampoco es posible, con el plan de 1995 en vigor, permitir que la ciudad continúe creciendo hacia la zona norte, es decir, hacia el lavadero del Batán, como se pronosticó hace años. Una posibilidad que podría explorarse ya que el próximo año con el cierre del pozo Nicolasa, y sin proyectos claros para el lavadero Mieres podría encaminar su crecimiento hacia esa zona