La regeneración de El Puente no afectará a la parte más dañada del barrio langreano

La reunión mantenida por los vecinos con los responsables regionales ha dejado a los primeros «sin saber qué pensar». Reconocen que ha sido un jarro de agua fría después de una primera reunión auspiciada por IU de Langreo y celebrada en la Casa de la Cultura de La Felguera. En aquel primer encuentro, «salimos con muy poca, pero con algo de esperanza», cuenta Julio Fueyo, alcalde de barrio y presidente de la asociación de vecinos de El Puente.

Pero algo no se debió explicar o entender bien ya que días después los vecinos acudieron a otra reunión con el Principado y el plan que se les propone para actuar en el barrio cambia: «No lo entendemos, donde más se necesita no se actúa». Las casas que llevan años en ruinas y que marcan toda la ladera del barrio continuarán así.

Las previsiones apuntan a crear bolsas de suelo en la zona baja, algunos metros más allá de las casa más estropeadas. Pero no sólo eso, sino que «no hay nada seguro, porque no hay dinero, para hacer nada». «Hay que esperar que llegue», añaden indignados los vecinos. Por lo que la rehabilitación, o «lo que vayan a hacer», se acometerá, apostillan «dentro de dos o tres años, en el mejor de los casos». La Consejería de Ordenación del Territorio había anunciado a los vecinos su intención de incluir en los presupuestos regionales siete millones para estas mejoras.

«Nos piden paciencia para que lleguen las primeras actuaciones. Paciencia después de 16 años sufriendo y ellos sin avanzar. Se ríen de nosotros», Fueyo es duro en sus afirmaciones, se muestra cansado de esperar mejoras. Y es que desde la Consejería de Ordenación de Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos, responsable del plan para mejorar el barrio, se trabaja con la expectativa de ver avances en los próximos años, comenzando por la parte del barrio menos afectada por el deterioro.

Por otra parte, sería la parte alta, donde hay un gran número de edificaciones ruinosas, aparece en el plan general de ordenación urbana de Langreo como zona de baja densidad, la que está destinada a construir viviendas unifamiliares. Y la que tendrá que esperar.

En la parte baja se verían afectadas aproximadamente unas 50 familias. Algunas de ellas muestran su inquietud ante posibles expropiaciones: «Nuestras casas están bien cuidadas y arregladas. No necesitamos que las derriben, sobre todo si a unos metros hay casas en ruinas que así van a quedar».

Estas posibles expropiaciones para después efectuar derribos entre la zona de la parroquia de San Lorenzo y una empresa de construcción serían para crear una bolsa de suelo y poder ejecutar nuevas edificaciones que mejoren la imagen del barrio. Se estima que se edificarían un centenar de viviendas con algún tipo de protección.

Pero en dichos planes no aparece nada de los derribos de las casa en peor estado ni un plan para mejorar edificios aprovechables ni mejoras de las calles... «Ni siquiera hablan de reparar los baches», apostillan muy enfadados los vecinos.

Algunos pronostican que «si esperamos más años el barrio desaparecerá, sólo hay problemas de drogas y vecinos muy mayores, que nos iremos. Nadie quiere vivir en El Puente».

La intención del Principado es ir avanzando poco a poco. Así hasta el momento confirman que «hemos realizado una valoración de posibles terrenos a expropiar, con el fin de poder llegar a una actuación urbanística razonable, para garantizar una intervención pública más intensa, que sea compatible con un modelo de edificaciones unifamiliar, de baja densidad».

Una forma de actuar que responde, defienden en el Principado, a «ser realistas». «Se pueden realizar intervenciones de limpieza, derribo y reurbanización a corto plazo», para, de manera inminente, poder «mejorar las condiciones materiales».