La identificación del último alcalde republicano de Grado, un poco más cerca
La exhumación de unos restos en el panteón familiar ratifica la teoría de que se llevó allí su cuerpo de forma clandestina para evitar represalias
PILAR GUTIÉRREZ
GRADO.
Jueves, 8 de agosto 2024, 02:00
Dos días y 88 años después de su muerte, el misterio sobre dónde está enterrado el último alcalde republicano de Grado está más cerca de ... resolverse. La asociación memorialista que lleva su nombre, Carlos Barredo, inició, tras el homenaje póstumo el pasado lunes, el día del aniversario de su fallecimiento, una investigación para aclarar dónde está su cuerpo. Y todo apunta a que está enterrado en el panteón familiar de los Barredo, donde habría sido trasladado, a escondidas, desde Luarca, donde fue asesinado por los falangistas el 5 de agosto de 1936. Su cuerpo, con el de otros, fue enterrado en una finca de la zona. Pero se creía que más tarde, de forma clandestina para evitar posibles represalias, habría sido llevado a Grado.
La Sociedad de Ciencias Aranzadi avanzaba su intención el lunes de exhumar esos restos. Y lo encontrado ratifica esa teoría.
El médico forense Francisco Etxebarría, miembro de Aranzadi, confirmaba la «verosimilitud» de esa hipótesis». Se constató la presencia de dos cráneos «con signos evidentes de muerte traumática por munición», signos compatibles con la causa de la muerte tanto de Carlos Luis Barredo como de su hermano, Óscar Barredo, fusilado en 1938. Ambos estarían enterrados juntos.
El que fuera el último alcalde republicano de Grado murió cuando intentaba mediar con los militares golpistas.
La hipótesis elaborada tras años de investigación –principalmente de Pepe Sierra, primer presidente de la entidad en pro de la memoria democrática de Grado– apuntaba a que, de manera clandestina, el cuerpo de Barredo habría sido trasladado pocos años después y enterrado junto a la familia.
Y a la espera de la confirmación definitiva, que llegará con el análisis de ADN de los restos y las muestras obtenidas de sus descendientes, todo apunta a que esa teoría es la acertada. El optimismo ante la posibilidad de cerrar esta herida se ha instalado en la asociación memorialista y en el Ayuntamiento de Grado.
La concejala de Memoria Democrática, María José Miranda, destacó que «encontrar al último alcalde republicano de Grado sería el mayor honor que podríamos tener». El presidente de la asociación memorialista, Carlos León, lo ve como «un estímulo» para seguir trabajando. De hecho, la idea de este colectivo es seguir buscando a otros moscones desaparecidos.
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