Rajoy: «La obra de la autovía ha sido muy difícil y se ha hecho un esfuerzo»
El presidente del Gobierno, que el martes asistirá a la inauguración del último tramo, asegura que hay que «elegir bien» las obras en los «momentos más delicados»
MARCO MENÉNDEZ
Sábado, 27 de diciembre 2014, 00:14
«Se podrá circular por vías de alta capacidad desde Faro hasta París por la costa. Es una obra importante en la que se ha hecho un esfuerzo en esta legislatura, que no era una legislatura de muchos recursos presupuestarios. Pero creo que las apuestas, sobre todo en los momentos más delicados, hay que hacerlas priorizando y eligiendo bien las obras». Son las palabras que ayer pronunciaba el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sobre la inauguración del último tramo de la A-8 el próximo martes (con un día de retraso, según lo previsto, por problemas de agenda del presidente). Un acto en el que estará «por la importancia de la obra y porque ha costado mucho. Ha sido muy difícil, se ha ido retrasando y luego llegaron momentos presupuestarios muy delicados».
Muy crítico se mostró, por su parte, el diputado de Foro, Pelayo Roces, con el término de la obra, calificando de «injustificable» que no se hubiera abierto ya hace diez años. «Ya era hora que acabara la vergüenza internacional del tramo Pendueles-Unquera, el último de los 581 kilómetros de la autovía del Cantábrico», añadió.
Ritmo frenético
El ritmo de trabajo en los últimos cuatro meses ha sido frenético, llegando a estar los tajos a plena marcha incluso por la noche. Y todo ello para cumplir la promesa de la ministra de Fomento, Ana Pastor, de abrir el tramo La Franca-Unquera de la autovía del Cantábrico (A-8) antes de final de año. Lo que en septiembre parecía imposible e incluso las autoridades regionales dudaban de ello, ahora es ya una realidad. El problema radicaba en las dificultades que los ingenieros se encontraron en la ladera de Villasola. Era necesario afianzar el inestable desmonte para hacer pasar el nuevo trazado de la nacional por el terreno ganado, al tiempo que aprovechar el viejo vial para la futura autovía.
Como se puede observar en las imágenes adjuntas, en enero pasado sólo se trabajaba en el desmonte de la ladera. En septiembre ya se intuía parte del trazado de la N-634, pero a partir de octubre el acopio de maquinaria y la intensificación de los trabajos hizo que rápidamente fuera cambiando la fisonomía de la zona. Anteayer, la autovía ya estaba prácticamente finalizada, sólo a falta de pintar la señalización horizontal y algún que otro retoque, con vistas a ese martes.
Pero este tramo de apenas 4,5 kilómetros es más que esa rebelde ladera de Villasola. La inversión de casi 70 millones también incluye el falso túnel en el cruce hacia la localidad de Pimiango y el viaducto de La Mata.