Asturias aviva la llama de San Xuan

De rojo se tiñó ayer Asturias para dar la bienvenida al verano. Lo hizo con la celebración de San Xuan y las tradicionales hogueras. Para espantar los malos augurios, para atraer los deseos, quemar los apuntes de un curso que se cierra, purificar el alma o simplemente disfrutar de una de las noches más mágicas del año. Cada uno con sus propósitos, y todos con la intención de verlos quemar, miles de personas, familias completas, grupos de amigos o compañeros de trabajo, se reunieron en torno a las piras que ardieron por todo el Principado y cuyos rescoldos no se apagaron hasta el amanecer.

Gijón

Una de las hogueras más multitudinarias es la de Gijón. El fuego tiñó de un halo anaranjado la noche gijonesa y no se deslució pese a la constante amenaza de lluvia.

El arenal de Poniente, que tradicionalmente alberga el encendido de la hoguera oficial, comenzó a llenarse de grupos de jóvenes y no tan jóvenes a última hora de la tarde, coincidiendo con la actuación de Andecha de Cultura Tradicional Na Señardá en la plaza del Marqués. La arena, que en un principio era mayoría entre los racimos de personas que se reunían, en algunos casos, en torno a hogueras de diversos tamaños elaboradas por ellos mismos, comenzó a desaparecer bajo la marea humana que a medida que avanzaba la tarde y se acercaba la medianoche fue tomando la playa.

No faltaron tampoco las consabidas bolsas neveras portátiles en el caso de los mejor preparados de plástico repletas de botellas de licor y refrescos con las que, como viene siendo habitual desde hace varios años, gran parte de los asistentes hace caso omiso a la ordenanza municipal que prohibe la práctica del botellón en espacios públicos de la ciudad y con la que, habitualmente, se suele hacer la vista gorda por tratarse de una noche especial.

Entre risas, brindis y reencuentros las horas fueron pasando y llegó el momento señalado para que las bandas de gaitas Villa de Xixón y Noega calentaran el ambiente con su música. Instantes antes de la medianoche y de que prendiera la gran pira central, el cielo se inundó de ruido, luz y color con los fuegos artificiales que duraron diez minutos. Después, el fuego y la fiesta.

Oviedo

En la capital asturiana, el aguacero del principio de la tarde hizo presagiar que la noche de San Juan iba a quedarse sin las tradicionales hogueras, sin embargo la tormenta se retiró y a medianoche hizo posible que los ovetenses saltasen el fuego y bailasen la Danza Prima, tal y como manda la tradición. Pasaban tres minutos de las doce cuando la hoguera ante la Catedral tomaba vida y los numerosos ovetenses allí reunidos (aunque muchos la plaza no estaba a rebosar) se dispusieron a quemar lo malo y pedir nuevos deseos. La celebración había empezado horas antes en La Corredoria, con un pasacalles, pero no todo pudo ser: los juegos organizados en El Campillín por la Asociación Vecinal Oviedo Redondo tuvieron que suspenderse por la fuerte lluvia caída hacia las 16 horas. A pesar de ello, se realizó el tradicional enramado en seis fuentes de la ciudad.

Mejor suerte también corrieron las agrupaciones folclóricas San Antonio, Inmaculada y Trasgu, que danzaron por las calles y plazas del centro. Más tarde, el protagonismo recayó en la compañía de teatro zaragozana K de Calle que interpretó un espectáculo en el cual un gran dragón pirotécnico articulado fue el protagonista en varias vías del casco histórico. Eso sí, llenó de humo y papeles el entorno. Después, el grupo Teatro Margen interpretó la obra la Nueche Máxica Cervantina, y el espíritu de Miguel de Cervantes convivió con seres mitológicos asturianos.

Las actividades festivas no solo se celebraron en el centro. Hubo muchos festejos. En Bueño, la lluvia obligó a cambiar de lugar la cena organizada en la calle por la Asociación Cultural pero que los vecinos disfrutaron debajo de dos hórreos. Por su parte, La Corredoria encendió a medianoche la hoguera con la que dio el pistoletazo de salida a las fiestas del barrio, que se clausurarán el lunes. Además, en el espacio creativo Decero se organizó el segundo mercado nocturno donde hubo una queimada, un conjuro y se celebró esta noche mágica que ganó a la lluvia con una espicha.

Avilés

La noche de San Juan comenzó ayer en la comarca con la quema de la hoguerina de Trasona, ideada para los más pequeños. Esta pira, inspirada en un buzón de deseos, fue la principal novedad del Ayuntamiento deCorvera para celebrar los 25 años de la fiesta. Tras los niños le tocó el turno a los adultoscon la quema de la foguera de Trasona y las actuaciones musicales.

En Avilés la cosa se complicó. La madera de la hoguera estaba mojada por la lluvia que se cebó con el día de San Xuan y, por muchos intenros, el verde eucalipto no llegaba a arder. Costó, pero el público se mantuvo fiel a esta tradición, en la que se da la bienvenida al verano, además de bailar la danza prima, todo un clásico.