7.000 PCR y 15.000 vacunas en Asturias
Los asturianos acuden de forma masiva a la vacunación sin cita previa y a los autocovid para realizar las pruebas de detección de la covid
CLARA G. SANTOS
GIJÓN.
Viernes, 24 de diciembre 2021, 03:27
En verano, cuando la quinta ola de coronavirus asolaba la región, los asturianos demostraron su gallardía liderando la vacunación por comunidades. Nadie dudaba entonces de que la respuesta popular estaría a la altura de las circunstancias. Pues bien, los asturianos lo han vuelto a hacer. Solo hace falta pasearse por alguno de los puntos de vacunación en los que ayer se suministraron más de 15.000 vacunas, contando los que recibían el pinchazo por primera vez y los que recibían la tercera dosis, llamada de refuerzo. Junto a ellos, más de 7.000 asturianos también acudieron a los autocovid ayer para someterse a una de las pruebas para descartar o confirmar un contagio por covid.
En Gijón ni siquiera el retorno de ese 'orbayu' agotador disuadió a los gijoneses de acudir a la llamada de la vacunación. «Toda prevención es poca», explicó Francisco Suárez, una de las personas que a las cuatro de la tarde hacía cola en las inmediaciones del Palacio de Deportes de Gijón. Como él, una treintena de personas esperaban ceremoniosamente a las puertas del edificio para recibir la segunda y tercera dosis. Eso sí, en estos casos con cita previa.
«Los contagios se estan disparando y, hoy por hoy, la vacuna es una de las pocas garantías que hay de no acabar el año en una UCI», apuntó Suárez momentos después de recibir la tercera dosis de Pfizer. Para él, estas navidades van a ser un poco diferentes: «En mi familia somos muchos, pero este año hemos optado por juntarnos únicamente los convivientes. Ante todo, está la salud».
Raquel Rodríguez es otra de las gijonesas que acudió ayer a la cita de vacunación. «Creo que es lo más sensato, siempre pensando en prevenir el riesgo, tanto para mí como para el resto de personas con las que trabajo», explicó esta mujer. En su casa este año tampoco ha tocado el gordo de la lotería, pero su familia tendrá la suerte de reunirse alrededor de la mesa. «Cenaré con mis hijos, mi madre y mis hermanas», cuenta con ilusión.
Responsabilidad social
«Preocupación y cautela». Esos son los dos mótivos que ha llevado a Alba Monteagudo, de 18 años, a engrosar las colas de la vacunación. Ella pasó el virus en verano y recibió la primera dosis en septiembre. Ahora, se pone la segunda porque «lo primero es protegerse y proteger». Esta noche en su casa se reunirán solamente los convivientes del hogar. «Creo que es lo más conveniente», apunta.
Ella, al igual que otros muchos jóvenes, había comprado entradas para pasar la Nochevieja en un conocido local de la ciudad. Sin embargo, ante la oleada de contagios de la última semana Alba cambió de parecer. «Algunas discotecas ofrecieron la posibilidad de devolver la entrada y me pareció la mejor decisión dado el nuevo contexto epideomiológico», señaló.
A dos kilómetros de distancia del Palacio de Deportes, en el autocovid del aparcamiento de la Escuela Superior de Marina Civil, las colas de coches eran kilométricas. De hecho, la afluencia de personas interesadas en realizarse una prueba PCR provocó varias retenciones de tráfico. Incluso se registró alguna colisión entre vehículos, pero sin más daños que algunos desperfectos en los mismos.
En el Área de extracciones del Hospital Universitario San Agustín, en Avilés, también se concentraron grandes grupos. La sensación a las tres de la tarde era de expectación. La gente estaba ansiosa por recibir las dosis de refuerzo. Un escenario que también se repitió en los puntos de vacunación del HUCA, el centro comercial Valle del Nalón en el Entrego y en el Hospital Álvarez Buylla de Mieres.
