El abad y el arzobispo, «sin palabras» tras el trágico suceso

«En Covadonga todos estamos consternados». Así se expresaba ayer por la mañana el abad del Real Sitio, Adolfo Mariño, en relación al accidente que le costó la vida al pequeño zaragozano de tres años. Una consternación que se convirtió en «shock» una vez se conoció el trágico desenlace del suceso. «Estamos todos, religiosos, trabajadores y peregrinos, rezando por el niño y también le dedicamos la misa de esta mañana en La Riera», indicó Mariño, quien reconoció que tras la triste noticia era incapaz de expresarse. «Es algo para lo que no hay palabras», indicó. «Me consta que no era la primera vez que la familia visitaba el Santuario», y lamentó que «sucediese semejante desgracia, precisamente aquí». También el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, se refirió ayer al desgraciado incidente. «La triste noticia del pequeñín fallecido tras el accidente en Covadonga nos deja conmovidos y sin palabras por tamaño misterio», manifestó en su cuenta de Twitter. «Él ha llegado ya a ese paraíso eterno hacia el que con lágrimas seguimos como peregrinos. Que María le acoja y sostenga a su familia dentro de tanto dolor», apostilló.