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42 de las víctimas reciben el alta, quedan siete heridos en los hospitales y la Guardia Civil no descarta «ninguna» hipótesis
Esclarecer las causas del accidente «va a tardar un poco más de lo normal porque hay que tomar declaración» a todos los viajeros, indica el teniente coronel Alberto Aguilera
La última hora del grave accidente que registró un autobús ayer poco antes de las 12 del mediodía en la subida a los Lagos se libra en los frentes hospitalario y de investigación.
Cabe recordar que en el vehículo que volcó y dio dos vueltas de campana hasta quedar tendido en una loma iban 49 personas, todas ellas con consideración inicial de heridos. A lo largo de la jornada de ayer y tras las evaluaciones y atenciones pertinentes, se fueron dando de alta a 42 de los afectados. Esta mañana permanecían hospitalizados siete pacientes, todos ellos estabilizados, según confirma el Principado. Entre los que siguen reponiéndose se encuentra el conductor, que fue uno de los más perjudicados por el accidente. Presentaba fracturas en costillas y cadera.
El pasaje estaba compuesto en su mayoría de veraneantes procedentes de otras comunidades, y al menos un ciudadano de Austria. Conforme han ido recibiendo el alta algunos han optado por alojarse en Cangas de Onís y los hay que han recibido a familiares que tras el susto han venido a prestar su apoyo.
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El teniente coronel Alberto Aguilera, jefe de Operaciones de la Comandancia, indicó esta mañana que precisamente las pesquisas para aclarar todos los detalles del siniestro «van a tardar más de lo normal» dado que hay que tomar declaración a todos los testigos. «Hay muchos, dispersos por los hospitales, algunos afortunadamente ya en sus casas», indicó.
Los expertos de la Agrupación de Tráfico, en su labor de Policía Judicial, están analizando las fotografías, la infraestructura, el vehículo y por el momento no se descarta ninguna hipótesis. «Está claro que fue un vuelco, lo que hay que esclarecer es por qué se produjo», centró Aguilera. Siguiendo el protocolo se hizo un análisis de sangre al conductor y se está a la espera de ver si el resultado da positivo en alcohol, algo que descartan los compañeros de la víctima, muy reconocida entre los chófers de Alsa y que incluso formó a otros conductores en los pormenores de la ruta.
«Es un dato objetivo que la carretera tiene una anchura media de 5,35 metros, hay partes donde no es tan estrecha, zonas de miradores, y sitios donde se aprovecha para hacer el cruce», confirmó el oficial. «Los taxistas y conductores de autobuses están acostumbrados a manejarse ahí, hay cientos de maniobras cada día y nunca había pasado nada, o casi nada», contextualizó. El autobús siniestrado estaba precisamente en una de esas zonas de cruce, recta y, según el relato de las víctimas, había detenido su marcha y se había echado a un lado para permitir el paso de otro vehículo. Unos aseguran haber visto una autocaravana, otros apuntan a un segundo autobús.
Sobre la situación de la carretera también se harán análisis. El punto en el que el vehículo perdió estabilidad presenta un leve desgaste del pavimento y «no se puede confirmar si eso fue motivo del accidente», indicó Aguilera.
