De la playa al hospital para ayudar a los heridos en el accidente de los Lagos de Covadonga
Sanitarios que ayer tenían día libre no dudaron en desplazarse a Arriondas para echar una mano: «Es que si no estamos para algo así...», decían
En Arriondas, ayer, era día festivo. Así que, cuando empezó a circular la noticia de que un autobús se había despañado en la subida a los Lagos de Covadonga con 49 pasajeros, muchos de ellos niños, en el hospital que cubre las emergencias del Oriente asturiano sólo había un retén de guardia. En cuestión de minutos, sin embargo, el centro hospitalario se llenó de brazos dispuestos a ayudar y, cuando empezaron a llegar los primeros heridos, prácticamente toda la plantilla estaba a su servicio.
Publicidad
«Mira qué pintas traigo. Me enteré del accidente estando en la playa y salí para aquí pitando», le decía un conductor de ambulancia a su compañero, para explicar el porqué de su camiseta desenfadada y su pantalón corto. Como él, otros muchos sanitarios se saltaron su día de descanso para echar una mano; voluntariamente, sin que nadie se lo pidiese. «Es que si no estamos para algo así, entonces...», le quitaban importancia.
Hasta tal punto llegó la solidaridad de los servicios de emergencia y los profesionales sanitarios que «hubo un momento en el que ya no hacía falta más gente». Médicos, especialistas en traumatología, cirujanos, pediatras, enfermeras y auxiliares. Todos arrimaron el hombro «de oficio» para dar la mejor respuesta posible a los heridos de un accidente que ayer tuvo a toda Asturias con el corazón en un puño. «Es muy guapo ver cómo la gente se vuelca en los momentos en los que se la necesita», comentaba a pie de Urgencias una de las personas que ayer tuvo que poner orden en tanto trasiego de ambulancias.
Noticias Relacionadas
El presidente regional defiende el modelo de transporte en los Lagos
Refuerzo de pediatras
Entre quienes ayer salieron «disparados» para el hospital de Arriondas al conocer la noticia del accidente estaba la diputada Covadonga Tomé, pediatra del área sanitaria del Oriente antes que cabeza de lista de Podemos a las elecciones autonómicas. «Oí que había muchos niños en el autobús y me imaginé que iban a necesitarme, porque un día festivo como hoy -por ayer- aquí sólo hay un pediatra de guardia», explicaba por cortesía y sin pretender ningún protagonismo.
Y es que ayer nadie quiso ponerle nombre y apellidos a una profesionalidad que «es de todos». Incluso administrativos, celadores y personal de seguridad descolgaron el teléfono para ofrecerse a ayudar «en lo que hiciese falta». Tanto es así que «casi el cien por cien de la plantilla se puso a disposición». Hasta hubo quien se plantó directamente en el lugar del accidente, por si hacían falta médicos para la atención más inmediata. Esa es la cara amable de un accidente que a punto estuvo de convertirse en tragedia.
1 año por solo 16€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión