«No tienes tanto aguante como de joven, pero tienes otra madurez y estabilidad»
Mari Cruz Roza, de 44 años, ha sido madre por tercera vez: «Fue por sorpresa. Pensé que sería la abuela y mi edad ahora es algo normal»
M. S.
GIJÓN.
Lunes, 25 de septiembre 2023, 02:08
Mari Cruz Roza Álvarez acaba de ser madre. Su hija Mía cumple hoy 16 días de vida y «es el bollín» de la casa. Pero, cuando esta mujer de 44 años confirmó que estaba embarazada, se le vino el mundo encima y «lo primero que pensé es que iba a parecer la abuela de las consultas de Ginecología«. Sin embargo, se encontró con que «las embarazadas de 40 años o mayores son ahora algo normal y que la ratio de edad ha aumentado mucho».
La pequeña Mía, cuenta su madre, «fue una sorpresa». Mari Cruz y su marido, Moisés, ya tienen otros dos hijos: Alba, de 17 años, y Alan, de 11. Por tanto, sabe lo que es ser mamá a los 27, a los 33 y ahora a los 44 años. «Tuve un embarazo más pesado y con más problemas que los anteriores. La verdad es que el cuerpo no es el mismo a una edad que a otra, eso hay que reconocerlo», explica. «El físico, aunque nos sintamos bien y todavía nos veamos jóvenes, ya no es igual, y no tienes tanto aguante. Los años no pasan en balde para nadie», prosigue.
Aun así, los temores iniciales, que la acompañaron durante toda la gestación, se han disipado «sólo con ver a Mía». Confiesa que se siente más cansada que cuando nació Alba o Alan. Y que «yo siempre dije que quería ser una madre joven; ya ves, se me cayó en la boca». Pero también es cierto que, «si estamos todos bien, el nacimiento de un bebé es una alegría», que comparte toda la familia. Es más, Mari Cruz considera que la maternidad tardía «tiene sus ventajas».
A saber: «Tienes otra madurez, más experiencia y una estabilidad. Nosotros, gracias a Dios, tenemos la vida resuelta. Yo llevo con mi marido 26 años y, a estas alturas tenemos una estabilidad a nivel personal y económico». Mari Cruz Roza se dedica a la gestión de alojamientos turísticos y Moisés es capataz agrícola. Residían en Gijón, pero hace ya varios años que se mudaron a una casa en Venta de las Ranas (Villaviciosa), con espacio suficiente para una familia que se ha convertido en numerosa con el nacimiento de Mía.
«Las parejas esperan a conseguir una estabilidad para ser padres. Normal. La situación está complicada. Un hijo acarrea sacrificios y muchos gastos; o pagas la hipoteca o das de comer al guaje», reflexiona. «Y cuando te das cuenta, te pasó ya media vida», añade. Por no hablar de que «la conciliación familiar es una mentira; o eso creo yo. La sociedad no está preparada para que podamos conciliar y la Administración no contribuye», apostilla.
Circunstancia que afecta muy especialmente a las mujeres, puntualiza Mari Cruz. Se ciñe a lo que, en su opinión, es tónica general: «Siguen siendo las mujeres las que suelen coger excedencia y en las que recae la crianza de los hijos».