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Un embalse a 4.000 metros de profundidad

La empresa asturiana Magellan Green Power presenta en Amsterdam su proyecto para almacenar energía en las minas

Martes, 23 de octubre 2018, 13:00

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Todo lo que sube baja, pero también lo que baja sube. Y además, produciendo energía. Y con estas básicas premisas un asturiano de nombre finlandés --por su madre--, Aarne P. Bustamante, ha ideado uns sistema para el almacenamiento de energía que, además, supondría el aprovechamiento de las minas. Este proyecto, en el que colabora la Fundación Asturiana de la Energía (Faen), fue presentado ayer en uno de los mejores escaparates del mundo, la Feria Offshore de Amsterdam, uno de los principales certámenes internacionales dedicados a la energía marina.

El proyecto presentado se llama Magellan and Barents y está basado en la mecánica de fluidos y la presión. «Es como un gigantesco pistón», explica Aarne Bustamante. El diseño es muy simple. Se requiere de una cámara de almacenamiento de un fluido, un tubo, un vaso expansor, una turbina y otra cámara de almacenamiento. La clave de todo está en el fluido, que actúa como un émbolo que es el que empuja otro fluido (gaseoso o líquido) que es el que mueve la turbina. Este pistón --fluido primario-- está hecho de una mezcla de lodo y magnetita --slurry-- viscosa que permite el recorrido del fluido con facilidad. «Eso es lo más importante, nada de esto funcionaría si no tuviesemos esta mezcla», comenta Bustamante.

En este proceso, la gravedad es fundamental. Por eso, el slurry que está almacenado en la cámara pasa a un tubo conectado a un tanque, donde ejerce una presión ascendente al otro fluido (gas o cualquier líquido) que es el que mueve la turbina que genera la electricidad. Por eso, cuanto mayor sea la profundidad que se alcance para la 'caída' del fluido, mayor será la presión que se ejerce para mover la turbina. Por ejemplo, si el tuvo tiene una caída de 340 metros, se generarían 40 megawatios a la hora; de 2.000 metros, 240 megawatios y si se alcanza una profundidad de 4.000 metros, se podrían generar 480 megawatios cada hora.

Este proyecto tiene una doble vertiente. Por un lado el de la generación de energía de forma directa, pero sobre todo permitiría ejercer de un gran almacén de energía. Porque, como es el caso de los embalses, el agua almacenada es sustituida por el slurry. Así, cuando los picos de producción son altos pero la demanda baja (por ejemplo el viento nocturno), una vez esté conectado a la red este sistema se realizaría un proceso a la inversa: la energía mueve el gas, que a su vez desplaza a la mezcla de barro y magnetita hasta la cámara de almacenamiento para, cuando la demanda lo requiera, ser soltada para realizar el proceso de generación.

Como el sistema ideado por el asturiano Aarne Bustamante está diseñado para producir más cuanto mayor sea la profundidad, se concibe para dos aplicaciones. Una marina, mediante plataformas o barcos. La plataforma continental asturiana, donde nos encontramos profundidades de hasta 4.000 metros a 20 kilómetros de la costa, lo hace óptimo para desarrollar el proyecto. «Es una ventaja que podríamos tener porque, por ejemplo, en el Báltico o Mar del Norte la profundidad a 40 kilómetros de la costa apenas llega a los 20-30 metros», explica el ingeniero asturiano.

Pero, sobre todo, está concebido para ser desarrollado en las minas clausuradas, que disponen de una profundidad adecuada para llevar a cabo este proyecto. De hecho, según explicó el director de la Fundación Asturiana de la Energía, Juan Carlos Aguilera, el primer ensayo se llevará en un pozo minero de Mieres. Aún no hay fecha para ello, pero esta prueba se realizará «en los próximos meses».

El diseñador del proyecto explica que el desarrollo del mismo «es totalmente limpio», puesto que fluido que se emplea como pistón es totalmente inocuo. «Es solo barro mezclado con magnetita», por lo que una posible fuga o rotura de los tubos «no sería contaminante», dio Aarne Bustamante.

El desarrollo del proyecto también permitiría generación de empleo, puesto que en superficie sería necesario disponer de equipos de control y de mantenimiento de forma constante.

De momento, el Principado ve con buenos ojos el proyecto Magellan and Barents, a la espera de que sea desarrollado y de los resultados de las pruebas que se lleven a cabo.

En la Feria de Amsterdam, la propuesta de esta empresa asturiana ha causado una buena impresión y han sido numerosas empresas, sobre todo de los Países Bajos, los que han pedido información del proyecto.

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