L' Amuravela confía en que «atopin ceu la vacuna» y «nun haiga más cuarentenas»
Cesáreo Marqués puso al día a San Pedro en 750 versos sobre la gestión de la crisis sanitaria y la lucha por la igualdad
BELÉN G. HIDALGO
cudillero.
Martes, 30 de junio 2020, 01:52
Fue una Amuravela diferente, que conservó el sermón en pixueto a cargo de Cesáreo Marqués para poner al día a San Pedro. El acto tuvo lugar en la iglesia del patrón, que salió a recoger el bastón de mando que le entregó el regidor, Carlos Valle. Luego, regresó a su templo, con aforo limitado, donde todos entraron con las manos desinfectadas y con mascarilla para la misa y el mordaz recital que pondría su punto final en la plaza de La Marina.
El año, como el sermón, estuvo marcado por la pandemia. Comenzó preguntado si era «un castigo del cielo» a propósito de la exhumación del dictador Francisco Franco. «Yo la verdá ya tinía/ mitíu el ripiru'n cuarpu, /pero al ver que foi en China/aú imprimó el primer casu,/viusi bian a las claras/quedandu así dimostrau,/que nu era quistión de momias,/ pus a Mau nin lu tocarun».
Recordó Marqués el 'parón' del país e ironizó con los paseos de los perros -«¡nin ti imaginas, miou Santu, la de canis que hay un puablu»- y la compra masiva de papel higiénico, pues «como el virus entra en boca,/pa m'idea bian pensarun/que la manera de sacallu/era pola pata abaxu». Tampoco obvió el sermón la confusión en las fases del desconfinamiento, «¡pos nunca en al vida vi/dar tantus palus de ciagu!».
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La gestión de la crisis fue objeto de reprimenda para el Gobierno de «lus Picapiadra», compuesto por un «maramán» de ministros. «Cuandu haiga que ricurtar/nas pinsionis ya lus sualdus/asperu sean los primeirus/que si lus vayan baxandu,/de momento que trabayin/pa sacanus d'esti intuartu», instó el pixueto, que extendió la petición a la oposición. «Tiempu haberá dispuás/pa que si tirin lus trastus,/engolvesi nas banderas/o bellar el Pirlindangu».
Hubo peticiones a San Pedro. La primera, «qu'atopin ceu la vacuna pa curanus», pidió Marqués, tras elogiar a los sanitarios. A ello sumó otra petición: «Que nun haiga más cuarentenas/ nin d'alarma más estaus,/que cabi'l coronavirus/pa nun tener contagiaus/ya a la xente vou pidili,/que hasta nun tar vacunaus/pongamos la mascarilla/pa ir del unu al outru llau».
El sermón ironizó con la desigualdad, pues mientras que para unos era coronavirus, para el Rey emérito, «llamasi Corina Virus/el mal que li detetarun,/¡ya bian cargau de millonis!».
La lucha de las mujeres por la igualdad hizo estallar el primer aplauso cuando, al hilo de aquel 'Sola y borracha, quiero llegar a casa', Marqués alzó la voz en su improvisado barco. «¡Tianin toda la razón!/¡pos ya tá bian de maltratu!/descriminación, manadas,/ya tantos asisinatus».