Los asturianos en lista de espera para especialistas son ya 111.153, el doble que hace cinco años
La demora media para ser atendidos en consultas externas supera los tres meses. Salud atribuye los retrasos a la covid y al envejecimiento de la población asturiana
Asunción Martín padece de hernia discal y tiene unos dolores «tremendos», que la incapacitan para trabajar y la obligan, durante las crisis más severas, a moverse en silla de ruedas. El pasado 20 de octubre su médico de Familia le daba la baja laboral, al tiempo que solicitaba una consulta con Traumatología por vía preferente. El Servicio de Salud del Principado (Sespa) la cita para el 28 de octubre de 2024. Es decir, dentro de un año. «Es de vergüenza», critica esta profesora de Secundaria, que ya ha cursado reclamación ante la Consejería de Salud y ante la correspondiente unidad de atención al usuario.
El caso de Asunción es uno más entre miles. Según la información que acaba de facilitar el Sespa sobre las listas de espera del mes de noviembre, ya son 111.153 los pacientes que están pendientes de una primera consulta con el especialista, con una demora media de 91,75 días. Detrás de esas cifras, que resultan desalentadoras, hay un problema mayúsculo que empieza a minar la paciencia de los asturianos y la confianza que siempre han tenido en su sistema público de salud.
La situación en cifras
-
111.153 Pacientes que están esperando por una primera consulta con el especialista
-
91 Días que los pacientes esperan de media para ser atendidos en las consultas externas
-
21.361 Son los pacientes que acumula Dermatología, la especialidad con más lista de espera
-
292 Días que acumula Anestesia y Reanimación, el servicio con mayor demora estructural
-
25.139 Son las intervenciones quirúrgicas que actualmente están pendientes de realizar
-
94 Días que transcurren, de media, entre la prescripción de una cirugía y su realización
«En casa tenemos un seguro privado. Nos lo cubre la empresa de mi marido. Pero yo creo en los servicios públicos y por eso acudí a la sanidad pública, por convicción», expone esta ovetense de 52 años. Pero, apostilla Asunción Martín, «que me den cita para dentro de un año, cuando estoy aguantando a base de opiáceos, no se entiende». Así que «no me ha quedado más remedio que acudir al seguro privado: para hacer pruebas, para una infiltración epidural y para operarme».
Esa es la realidad de una lista de espera que se ha desbocado y en la que actualmente hay 12.860 pacientes más que hace un año y 55.546 más -el doble- que hace cinco, cuando la demora media para una consulta externa rondaba los 55 días. Desde la Consejería de Salud se insiste en que, ahora, los niveles de actividad son históricos. Pero en noviembre de 2018, al igual que ocurría el mes pasado, los especialistas de los hospitales públicos asturianos también superaron las 165.000 consultas atendidas, con la diferencia de que, ahora, no es suficiente para dar respuesta a la demanda asistencial.
La actividad quirúrgica y la gripe A desbordan los hospitales
A la espera de las medidas estructurales que la consejera de Salud ha anunciado para la primera mitad de esta legislatura, siguen en vigor los planes de choque que se aprobaron tras la pandemia de la covid-19 para contener unas listas de espera que se han disparado. Estos planes, además de reforzar la colaboración con la red concertada y privada, han promovido la actividad hospitalaria en horario de tarde -tanto en quirófanos como en consultas externas- mediante lo que se conoce como programas especiales. Es decir, remunerando de forma extraordinaria a los especialistas que acceden a prolongar su jornada ordinaria. Fruto de este incremento de actividad médica, en hospitales como el HUCA se llegan a utilizar los boxes del Servicio de Urgencias para acomodar a los pacientes que ingresan para operarse. El déficit de camas disponibles se hace más evidente ahora que los virus respiratorios se encuentran en su momento álgico y los ingresos por coronavirus y gripe A -cuyo pico se espera entre Nochebuena y Nochevieja- están desbordando la red hospitalaria asturiana.
«Lo que está pasando no es de recibo y hay que denunciarlo», considera Asunción Martín. «Tienen a una persona sufriendo, imposibilitada y a base de pastillas meses y meses. No puedo conducir, he perdido 11 kilos y por los dolores que paso he llegado a estar en silla de ruedas. Por no hablar del coste que supone para el propio Principado que yo esté de baja», profundiza. Traumatología, precisamente, es uno de los servicios con mayor carga asistencial, junto con Oftalmología y Dermatología. Estas tres especialidades concentran la mitad de los pacientes que están esperando por una primera consulta hospitalaria. Aunque, hoy por hoy, la mayor demora se registra en Anestesia y Reanimación, con 292,9 días de media frente a los 196,76 de hace un año y los 113 de noviembre de 2018. Un dato que tiene repercusión directa sobre la lista de espera quirúgica, que también presenta una evolución preocupante aunque, en ella, figuren 297 pacientes menos que en el mes de octubre.
La sanidad pública asturiana tiene 25.139 operaciones pendientes de realizar. El año pasado, por estas mismas fechas, eran 23.088. Y hace cinco años, 18.240. Desde 2018, por tanto, la lista de espera quirúrgica ha aumentado en 6.899 pacientes. En cuanto al tiempo medio que transcurre entre la prescripción de una cirugía y su realización, los datos también han empeorado: ahora se esperan 94 días, los mismos que en noviembre de 2022, pero 27 días más que en 2018.
La Consejería de Salud, que trabaja en un plan estructural contra las listas de espera, atribuye esta situación a dos factores. Por un lado, al envejecimiento de la población asturiana. Por otro, a la pandemia, durante la cual el sistema sanitario se centró en el coronavirus, desatendiendo a pacientes crónicos cuyo estado clínico se ha ido agravando.
