Más de 260.000 asturianos se encuentran en riesgo de pobreza o de exclusión social
Casi un tercio de los vecinos del Principado no pueden irse de vacaciones ni una semana al año, y un cuarto no puede afrontar gastos imprevistos
¿Puede usted permitirse ir de vacaciones fuera de su casa al menos una semana al año? ¿Tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos? ¿Sufre dificultad para llegar a fin de mes? ¿Acaso ha tenido que retrasar pagos de hipoteca o de compras a plazos? Si ha respondido que no a alguna de las dos primeras o que sí a alguna de las dos últimas preguntas puede formar parte del amplio porcentaje de la población asturiana en riesgo de pobreza o de exclusión social. Y no sería una excepción, ni siquiera una rareza. Nada menos que el 20,4% de las personas que ve cada día por la calle en Asturias se encuentra en riesgo de pobreza, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística. Uno de cada cinco. Más de 200.000 en una región que frisa el millón de habitantes.
Y la cosa es peor si atendemos a la tasa AROPE que suma, según su nueva definición, a quienes están en riesgo de pobreza con quienes tienen carencias materiales y sociales severas o baja intensidad en el empleo. En alguna de esas tres situaciones, o en todas, está el 26,3% de la población asturiana. Más de uno de cada cuatro ciudadanos. Y a la línea de 263.000, en números redondos.
Con todo, no es la de Asturias ni de lejos la peor situación de España. Por comunidades autónomas, la tasa AROPE más alta es la de Andalucía y Extremadura (ambas tienen al 38,7% de su población en esa situación), seguidas de cerca por Canarias, con un 37,8%. En el otro extremo están las dos comunidades forales, Navarra y el País Vasco, con tasas AROPE del 14,7% la primera y del 16% la segunda.
En cuanto al riesgo exclusivamente de pobreza la situación se repite, si bien con cifras menos elevadas. La media nacional es ligeramente superior a la asturiana, con un 21,7%.
No quiere decir ello que sean situaciones de pobreza extrema en todos los casos, pero sí que implica situaciones duras. Por ejemplo, casi uno de cada tres asturianos (el 28,9%) declara no poder irse de vacaciones fuera de su casa ni una semana al año, una situación que en España afecta al 32,7% de los ciudadanos y que se ha incrementado significativamente con la inflación de los últimos meses, tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia y la consiguiente incertidumbre de los mercados mundiales, en particular con la subida de los costes de la energía y los combustibles. No es Asturias la peor tampoco en este aspecto, dado que casi la mitad de la población andaluza (el 45,7%) afirma no poder darse ese mal llamado lujo de una semana de relajación anual.
En cuanto a los gastos imprevistos, uno de cada cuatro asturianos se vería en graves dificultades si tuviera que hacer frente a una multa de tráfico de cierta entidad o a una intervención odontológica imprevista de un coste medio.
Y son hasta el 6,7% de los asturianos los que declaran que llegan a fin de mes con graves dificultades o directamente teniendo que recurrir a la ayuda de instituciones u organizaciones no gubernamentales como Cáritas o Ningún Niño sin Cenar.
Asturias, 10.000 euros por hogar por debajo de la región más rica y con 6.800 euros menos que en 2009
La crisis ha golpeado duro a todas las regiones, pero no a todas igual. En 2009, Asturias marcó su nivel más alto de renta disponible por hogar, con 35.146 euros. Hoy son 6.777 euros menos lo que cada hogar asturiano ingresa anualmente, concretamente 28.369 euros de media. ¿Dónde sitúa esto a la economía familiar asturiana?
Mal, y con una evolución aún peor en los últimos doce años, en los que Asturias pasó de estar 1.193 euros por hogar y año por encima de la media nacional, y no excesivamente lejos de los 42.250 euros por casa que marcaba entonces el País Vasco como máximo nacional, a quedarse netamente por debajo de la media nacional en 2021, cuando esta se situó en 30.552 euros y Asturias estuvo 2.183 euros por debajo.
Pero es que si la evolución respecto a la media es mala, y aún bajando los ingresos en la totalidad de las regiones, la diferencia respecto a la comunidad que hoy marca el tope nacional, Navarra (con el País Vasco a la zaga) se elevó sensiblemente, hasta rozar los 10.000 euros más por hogar en Navarra, con 38.086, frente a la Asturias de 2021.
Especialmente preocupante, como anota la Plataforma de Infancia, es que en los hogares con dos adultos y uno o más niños a cargo el riesgo de pobreza o exclusión social aumenta un 1,8% con respecto a los datos del año anterior frente a los hogares sin niños, donde la pobreza no sólo no se incrementa, sino que se reduce. Las menores tasas de riesgo de pobreza o exclusión social se dan claramente en los hogares sin niños, lo que redunda en una causa adicional para desincentivar la natalidad en un momento en el que está ya está en récords negativos históricos.