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Miriam Suárez
Gijón
Viernes, 27 de enero 2023, 12:27
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La detección de casos de lepra aumentó un 10% en el último año, algo que expertos y organizaciones como la Fundación Fontilles, asocian a los casos que han ido aflorando tras los confinamientos decretados en 2020 para contener la propagación del coronavirus y a un sistema sanitario que concentró la mayor parte de sus recursos en atender a las personas infectadas por covid. Ese porcentaje no afecta únicamente a los países en vías de desarrollo, como cabría esperar de una enfermedad que se daba ya prácticamente por erradicada y que tanto se asocia a territorios como India o Indonesia. Ni mucho menos. España ha registrado en 2022 casos de lo que también se conoce como 'enfermedad de Hansen'. E incluso Asturias.
El Principado forma parte de las ocho comunidades -Andalucía, Cantabria, Comunidad Valenciana, Galicia, Murcia, Madrid, País Vasco y La Rioja- donde el año pasado se detectaron casos de lepra. Así lo refleja el informe que la Fundación Fontilles para la salud y el desarrollo hizo público ayer con motivo del Día Mundial contra la Lepra, que se celebrará el próximo domingo. De las quince infecciones identificadas en toda Europa
Según los datos aportados, que se fundamentan en los registros del Instituto de Salud Carlos III y el Centro Nacional de Epidemiología, durante 2022 se dio aviso de 14 nuevas infecciones en Europa, de las cuales 10 se localizaron en España y dos de ellas, en Asturias. Al finalizar el ejercicio, en España había en tratamiento 19 personas: 2 en Asturias, 3 en Andalucía, 4 en Baleares, 1 en Cantabria, 3 en la Comunidad Valenciana, 2 en Galicia, 1 en Madrid, 1 en Murcia, 1 en el País Vasco y 1 en La Rioja.
La lepra es una enfermedad infecciosa provocada por la bacteria 'Mycobacterium leprae' -también denominada 'bacilo de Hansen'-, afecta fundamentalmente a la piel y los nervios. Sus primeros síntomas son manchas pálidas en la piel y pérdida de sensibilidad en la zona afectada. Si no se trata en fases tempranas, esta patología puede provocar secuelas y discapacidades irreversibles. Su transmisión, que siempre ha generado alarma, se produce «solo a través de minúsculas gotas expulsadas por la nariz o boca». En algunos casos, la lepra puede llegar a manifestarse varios meses después de que la persona haya adquirido la infección.
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