Asturias se convertirá en un observatorio de la biodiversidad contra el cambio climático

Asturias pilotará esta última. Destinará dos millones a evaluar y mitigar el impacto de la actividad humana en el entorno natural. La mitad de la financiación procederá del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de los fondos Next Generation EU. Será su aportación a un programa que tendrá un presupuesto de 65 millones y que se desarrollará junto a cinco comunidades (Extremadura, Galicia, Andalucía, Canarias y Baleares). Todo esto bajo la denominación 'Exploración, análisis y prospectiva de la Biodiversidad: Posibles respuestas a la estrategia 2030 de Desarrollo Sostenible en un escenario de Cambio Global', que tiene que estar ejecutado de aquí a tres años.

Yendo a lo práctico, lo que ha propuesto la Consejería de Ciencia es que el Principado trabaje en el estudio del impacto medioambiental que ha producido a lo largo del tiempo el desarrollo industrial y urbano, desde la contaminación del aire, del agua y de los suelos a la ocupación y transformación del espacio. El objetivo es aplicar las nuevas tecnologías en la evaluación de los impactos para abrir nuevas posibilidades de incrementar el valor del patrimonio natural en las zonas de mayor actividad industrial y de densidad de población, para contribuir a mejorar la calidad de vida.

«Nuestro objetivo como comunidad autonómica es posicionarnos en ser los que monitoricemos la biodiversidad frente al cambio climático. No olvidemos que el 40% de Asturias es zona protegida que convive con la realidad industrial que hace su camino hacia la sostenibilidad y la digitalización», destacó el consejero de Ciencia, Borja Sánchez, tras firmar el acuerdo al término del Consejo de Política Científica, Tecnológica y de Innovación, presidido por la ministra Diana Morat.

El consejero destaca que este programa reforzará de forma significativa la investigación en el Campus de Mieres dado que se desarrollará por el Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (IMIB), que es un centro de titularidad compartida entre el Gobierno regional, la Universidad y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Además contará con el apoyo de grupos de investigación del Instituto Oceanográfico de Gijón. «Todos los principales actores en términos de I+D en biodiversidad estarán en este proyecto», señaló el consejero.

También se elaborará el inventario de los beneficios que un ecosistema aporta a la sociedad y que mejoran la salud, la economía y la calidad de vida de las personas. El Principado se compromete a realizar una valoración económica del capital natural y de las políticas ambientales y de conservación. Estos datos servirán de guía para definir las fortalezas y debilidades del sistema socioecológico de Asturias frente al cambio global. Además, se diseñarán modelos de gestión sostenibles de recursos naturales y de apoyo científico en la valorización de los sectores turístico y primario.