Asturias y Galicia acuerdan «ir de la mano» en la regulación de pisos turísticos

«No tiene ningún sentido prohibirlos, no se pueden poner puertas al campo, es un fenómeno que ha venido para quedarse. Tienen que convivir con los hoteles y la hostelería tradicional, pero tienen que regularse. No puede haber un sistema salvaje», planteó el dirigente gallego en el 'Encuentro en el Eo' que, cada año, organiza La Voz de Asturias y La Voz de Galicia, y que en esta edición tuvo lugar en la Casa de Cultura de Vegadeo. Rueda explicó que pese a que en Galicia ya existe regulación al respecto ha quedado obsoleta ya que al ir extendiéndose este tipo de alojamiento a diferentes zonas de esta comunidad autónoma los problemas y dificultades han ido cambiando. Entiende que la nueva regulación debe hacerse de forma coordinada con Asturias porque, reflexiona, «no tendría ningún sentido que Asturias tuviera barra libre y Galicia lo tenga restringidísimo», anotó el presidente gallego, quien apuesta por «poner coto» al entender que es responsabilidad de las Administraciones regular la situación para evitar que siga creciendo el volumen de vivienda dedicada a este tipo de uso dificultando aún más el ya de por sí problema de acceso a la vivienda.

El presidente asturiano no tardó en recoger el guante y comentó que, precisamente, uno de los encargos que tenía la nueva viceconsejera de Turismo para la legislatura que en el caso de Asturias acaba de comenzar es avanzar en la regulación de los pisos turísticos y «me parece interesante compartir el reto entre las dos comunidades». Barbón alerta en que la exagerada proliferación de pisos para turistas en determinadas zonas del Principado está obligando a los vecinos a irse y a que los trabajadores del sector turístico tengan que «dormir en tiendas de campaña porque no hay modo de encontrar alojamiento» en temporada alta.

Otro de los puntos que pusieron en común ambos dirigentes autonómicos fue la necesidad de «ser valientes» y afrontar unidos el reto de la energía eólica marina al entender que no se puede renunciar a instalar en la costa del norte de España este tipo de infraestructuras generadoras de energía para ofrecer a las industrias unos costes energéticos competitivos. Asumió Rueda que es una cuestión polémica pero dijo que ese no es motivo suficiente para cruzarse de brazos y apostó por huir de posturas maximalistas de «aquí no, de ninguna manera«. »Hay que sentarse a hablar y que la gente vea los pros y los contras», reivindicó. En su opinión, puede ser perfectamente «compatible la sostenibilidad ambiental del medio marino» y «hacer algo más que fabricar a los demás las infraestructuras de la eólica marina, porque nuestra industria va a necesitar esa energía», alertó.

El presidente asturiano compartió la reflexión y aplaudió la valentía de su homólogo gallego. «No nos vale producir en sí la materia. Necesitamos mejores precios de energía y sabemos que las renovables reducen los costes y eso va a permitir a nuestra industria ser más competitiva», argumentó Barbón, quien recordó que tanto en Asturias como en Galicia hay empresas altamente consumidoras de energía. El también líder de los socialistas asturianos defendió la necesidad de abrir el debate unidos y pedir a todos los partidos que «dejen el cortoplacismo» para abordar esta cuestión, mientras que Rueda pidió la colaboración del Gobierno central, «porque también necesitamos infraestructuras y planificaciones que dependen de él y yo noto una falta de interlocución enorme en esto». Es más, se quejó, en la última planificación de Red Eléctrica hemos salido «muy perjudicados».