Asturias invertirá 433 millones para garantizar el abastecimiento de agua ante el cambio climático

Asturias dispone en estos momentos de recursos de agua potable muy superiores a la demanda actual. Sin embargo, en años especialmente secos podrían producirse problemas de desabastecimiento por la insuficiente capacidad reguladora del actual sistema y el Gobierno regional es consciente de que este problema pueda verse agravado con el cambio climático. De ahí que lleve tiempo trabajando en un ambicioso Plan Director de Abastecimiento con el objetivo de garantizar el suministro sostenible no solo a toda la población, sino también a todos los sectores económicos, ante cualquier situación. Ayer, el Gobierno regional daba el paso definitivo con la aprobación del plan, con el que se prevé una inversión de 433 millones de ahora a 2030, si bien el año económicamente más importante será 2026, con una inversión por encima de los 80 millones. De hecho, según se desprende del documento, la previsión de gasto para este 2022 apenas superará los 10 millones de euros, mientras que en 2023 se espera acercarse a los 30 millones.

Del total de la inversión, el Ejecutivo autonómico aportará 264.364.750 euros, mientras que el Gobierno central sumará los otros 168.950.000 euros. Además, tal y como informó ayer el vicepresidente y consejero de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático, Juan Cofiño, se prevé emplear para este proyecto fondos procedentes del nuevo marco financiero plurianual 2021-2027 de la Unión Europea y del programa Next Generation.

El plan se estructura en cuatro programas: infraestructuras; gestión y gobernanza; calidad de las aguas, y sostenibilidad, que se desarrollan, a su vez, en 16 líneas de actuación. El proyecto prevé la ejecución de un ambicioso programa de infraestructuras para afrontar con garantías los efectos del cambio climático. Desde la construcción de una red de arterias que conecten recursos regulados en embalses y conduzcan el agua hacia las zonas de mayor demanda, como la costa o zonas del centro, hasta la dotación en todos los concejos de una fuente de suministro garantizada, y diversificar las fuentes de abastecimiento. En conjunto, la inversión en infraestructuras para asegurar el suministro, incluso en los peores escenarios de escasez de lluvias, se estima en 383 millones.

Concretamente, se propone por parte del Gobierno regional reforzar la conexión entre el sistema central del Nalón y los recursos del Narcea regulados por el embalse de Soto de la Barca, lo que permitirá llevar agua de la zona central a otras áreas con limitaciones, como la zona oriental (Piloña, Parres, Cangas de Onís, Ribadesella, Colunga, Caravia y Llanes); la del Bajo Nalón (Cudillero, Pravia, Candamo, Grado, Salas y Las Regueras) y la del Caudal (Soto de Ribera, Morcín, Riosa, Mieres, Lena y Aller). Además, prevé extender el suministro desde el embalse de Arbón a zonas próximas del interior, como Boal, y de la costa occidental, hasta Luarca.

En el caso de los concejos a los que no es viable llegar con el agua de los sistemas supramunicipales, se prevé mejorar infraestructuras tales como depósitos y plantas potabilizadoras, con el fin de aprovechar sus captaciones y dar respuesta a las demandas actuales y futuras.

En cuanto a la gestión, se otorga un mayor protagonismo al Consorcio de Aguas de Asturias (Cadasa). El Ejecutivo de Adrián Barbón entiende que «el modelo ha resultado eficaz, por lo que se aspira a que Cadasa se convierta en la entidad responsable del abastecimiento de agua, lo que se traducirá en la expansión de su área de influencia a los 78 concejos». Con este plan, apuntó ayer Cofiño, se descartan proyectos «del pasado» que exigían la ocupación de amplias áreas en zonas de montaña, como el embalse de Caleao.

El Plan Director dará prioridad a las actuaciones cuya implantación «resuelva un problema o mejora la calidad del servicio en cualquier asunto relacionado con la salud pública» o que su implementación «elimine un riesgo de desabastecimiento existente en la situación actual». Pero también que por su «carácter supramunicipal beneficien a un alto número de población, o a un porcentaje significativo de la población total de la comunidad».