El viento se adueña de las playas de Asturias

El sol de mediodía animó a los bañistas, pero el ventarrón que se generó en las horas posteriores les quitó las ganas, primero, de meterse en la mar y, después, incluso, de pasar la tarde tumbados sobre la arena en las playas de la región. Las fuertes rachas de viento registradas ayer por la tarde en Asturias obligaron a izar la bandera roja en al menos 37 de las playas del Principado. Las olas, que alcanzaron los cinco metros de altura en varios puntos del litoral, pusieron en riesgo la seguridad de los bañistas. Además, la mayoría de los arenales de la región se convirtieron en un incómodo lugar para el paseo, ya que las corrientes de aire, fuertes y frías, provocaron su desalojo antes de lo deseado por muchos de los usuarios.

En Gijón, la bandera roja ondeó en las zonas del Piles y Centro de la playa de San Lorenzo, mientras que se mantuvo amarilla en Poniente y El Arbeyal. Sin embargo, el fuerte viento también impidió disfrutar de una tranquila jornada sobre la arena. Mientras los bañistas comenzaban a recoger con presteza sus toallas, sillas y mochilas, la arena, como fue el caso en San Lorenzo, también volaba hasta los transeúntes que se encontraban en el Paseo del Muro.

La tarde tampoco fue apacible en la gran mayoría de las otras playas de la región. En Castrillón, por ejemplo, se izó la bandera roja en siete de sus arenales, salvo en San Juan de Nieva, que se quedó en amarilla; mientras que en Villaviciosa ondeó la bandera roja en Merón, La Ñora, Playa España y Rodiles. Por el contrario, Bañugues (Gozón), Poo (Llanes) y Santa Marina (Ribadesella) fueron de las pocas que resistieron con bandera verde, según los datos ofrecidos por el 112 Asturias.

El temporal marítimo, con fuerte oleaje, se repetirá también durante la jornada de hoy. La previsión de la Agencia Estatal de Meteorología eleva hasta los cuatro metros la altura de las olas, algo que impedirá el baño, por seguridad, un día más. Este fenómeno se debe a una borrasca profunda que se formó «al norte del Cantábrico y que se dirige a la Bretaña», según explicó ayer el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo.

Más allá de este oleaje, el tiempo seguirá «estable», con «calor normal, no extremo», ya que los termómetros registrarán temperaturas quizás «algo más frescas de lo normal en el norte, sobre todo las nocturnas». Las máximas para hoy serán de 21 grados en Cangas del Narcea, Llanes, Gijón y Avilés. En general, añadió Del Campo, «se prevé calor propio de finales de julio y principios de agosto». Sin embargo, también se esperan para hoy y mañana lloviznas en la cornisa cantábrica.