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Un niño levanta la mano en un aula. PABLO LORENZANA
Las aulas que agrupan distintos niveles por la covid desaparecerán el próximo curso, que será totalmente presencial

Las aulas que agrupan distintos niveles por la covid desaparecerán el próximo curso, que será totalmente presencial

Los grupos interniveles, que se mantendrán como hasta ahora en los colegios agrupados, dieron lugar a protestas y malestar entre las familias | Educación trasladará información a toda la comunidad educativa para preparar el curso

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Jueves, 13 de mayo 2021, 17:55

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Fueron motivo de malestar y de protesta. Los grupos interniveles (las aulas que agrupan a niños de distintos cursos hasta sexto de Primaria) para cumplir con las ratios de 20 alumnos por aula y crear grupos burbuja que se establecieron este año desaparecerán el año que viene. Así lo han indicado las directoras generales de Planificación Educativa y de Ordenación y Evaluacion, Lydia Espina y Paula García, respectivamente, en la comisión del ramo en la Junta, en el que han dicho que la perspectiva del departamento de Carmen Suárez es volver a la «mayor normalidad» el curso que viene, con «presencialidad en todos los niveles».

Ambas han indicado que trasladarán toda la información a la comunidad educativa para preparar el curso que viene tras la desaparición de estos grupos que, han subrayado, respondieron a razones sanitarias.

Los planes del Gobierno para el próximo curso

El Gobierno quiere un curso 2021/2022 presencial, al menos todo lo que se pueda. Pero eso sí, sin bajar la guardia en las aulas aunque la vacunación esté muy avanzada y la inmunidad de rebaño se alcance en agosto. Por eso, el borrador remitido por los ministerios de Sanidad y Educación a las autonomías apuesta por mantener casi intactos los actuales protocolos anticovid en los centros escolares, en particular la obligatoriedad de llevar mascarilla por encima de los seis años, mantener grupos 'burbuja' entre los pequeños, continuar manteniendo las distancias interpersonales y seguir con las entradas y salidas escalonadas de las instalaciones.

La única relajación es que se podrá acortar esa distancia entre los pupitres de 1,5 a 1,2 metros para poder así aumentar el aforo de las aulas y poder garantizar un curso 2021/2022 con presencialidad completa en todas etapas (ESO, Bachillerato y FP). Sólo en las comunidades autónomas con un nivel de alerta «alto» o muy alto (las que tengan una incidencia acumulada de más de 150 casos por cada 100.000 habitantes) tendrán que volver a la separación de 1,5 metros y podrán de manera «excepcional» pasar a un sistema semipresencial, pero solo a partir de 3º de la ESO.

Pero el Ejecutivo central, durante todo el texto, insiste casi obsesivamente en que las comunidades deben fijarse como objetivo que esa semipresencialidad sea excepcional. De hecho, Sanidad y Educación instan a las autonomías a ser creativas y buscar cualquier alternativa –como pudieran ser las clases al aire libre- que volver a la enseñanza parcialmente online o en casa en caso de que los indicadores epidemiológicos empeoren. Y esa obsesión tiene un motivo: se ha constatado que se ha bajado el rendimiento entre esos bachilleres que no asisten siempre a clase físicamente. «Es importante tratar de articular, todo lo posible, medidas organizativas que posibiliten la presencialidad en 3º y 4º de la ESO en un entorno seguro y saludable, ya que en el curso 2021-2022 se ha señalado el impacto negativo de la semipresencialidad no solo en los resultados académicos de una parte del alumnado sino también en el bienestar emocional de la población adolescente«, apunta el documento.

Prácticamente igual

Más allá de poder acercar las mesas para tratar de conseguir el objetivo de la plena presencialidad, todo el resto seguirá prácticamente igual, según recoge el documento «Propuesta de medidas de prevención, higiene y promoción de la salud frente a la covid-19 para centros educativos en el curso 2020-2021». En particular, el texto incide en que todas las instalaciones de los centros tienen que garantizar la ventilación, a poder ser de forma «permanente» (ventanas abiertas de manera constante), y de no poder hacerlo así, será al inicio y final de la jornadas escolares, entre clase y clase y en los recreos.

Las instrucciones que Sanidad y Educación pretenden que las comunidades hagan suyas también pasan por evitar en la medida de lo posible que diferentes grupos coincidan temporalmente en las instalaciones comunes (pasillos, patios o espacios deportivos). Entre los niños más pequeños (de los 3 a los 12 años) el Ejecutivo pide mantener los grupos burbuja de un máximo de 20 alumnos en el segundo ciclo de infantil y hasta de 25 en primaria.

La propuesta- debe pasar el filtro todavía de la Comisión de Salud Pública, la Comisión General de Educación y la sectorial de Educación- además reitera la necesidad de mantener fuera de los perímetros de los colegios e institutos a padres y familiares, que seguirán viéndose forzados a mantener contacto con los docentes a través de medios telemáticos (mails o videollamadas) o telefónicos

Los departamentos que dirigen Carolina Darias e Isabel Celáa apuestan por mantener las líneas generales de protección sanitaria porque –insiste la propuesta- se desconoce cuál será la situación de inmunización de los niños y adolescentes en septiembre cuando comience el próximo curso, sobre todo porque la vacunación de la población infantil está pendiente de definir». En Sanidad apuntan que es cuestión de días que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) apruebe el uso de la profilaxis de Pfizer para los menores hasta 12 años, pero insisten en que los ensayos sobre la inoculación por debajo de esa edad todavía se van a retrasar «varios meses».

Sin despidos

Al margen de la cuestión epidemiológica, el Gobierno central aprovecha su documento para pedir a las autonomías que conserven los puestos de trabajo que se han creado con la contratación de más profesores. El Ejecutivo insiste que aumentar el aforo en las clases tiene como garantizar la presencialidad y no que las autonomías prescindan los docentes. Y ello, sobre todo, porque Sanidad y Educación insisten en recomendar «mantener grupos más reducidos para disminuir el riesgo de transmisión».

Además, estos pequeños grupos, para los que harán falta más profesores, podrán servir para «recuperar la brecha académica sufrida en una parte del alumnado por la semipresencialidad y amortiguar el importante impacto de la pandemia en el bienestar emocional y la salud mental de la población adolescente».

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