El comedor de la escuela de hostelería, lleno hasta diciembre

Hoy tendrá lugar la primera comida a partir de las 13.30 horas, aunque será la primera de todas las el comedor tiene aseguradas hasta final de año. Según explica el jefe de departamento, Juan José Muñiz, las treinta plazas del comedor se encuentran reservadas hasta diciembre. Algunos son clientes habituales que un año más repiten la experiencia de ir a comer un menú completo cada jueves por 25 euros. Otros, son curiosos venidos desde Avilés o Gijón «por el boca a boca» a probar las creaciones de los alumnos de la escuela.

«Al principio venía la gente de aquí de Pravia que ya lo conocía, pero con el boca a boca siempre llama gente nueva. Ha venido gente de Avilés, Gijón u Oviedo a probar», explica Muñiz. Eso sí, independientemente de si son veteranos o noveles en esto de comer cada jueves en la escuela, todos ellos acuden atraídos por un menú que consta de tres aperitivos, un primer plato, un pescado o una carne, un pre-postre y un postre.

La escuela cuenta con un Grado Medio en Cocina y Gastronomía, y un Grado Superior en Dirección de Cocina, y son los propios estudiantes los que, con ayuda de sus profesores, elaboran los menús a precios reducidos.

Este año, además, la escuela ha implementado una nueva iniciativa para quienes se hayan quedado sin probar los menús. Se trata de 'La barra del fogón' un espacio en el que cada miércoles, de 12.30 a 14 horas la escuela servirá tres tapas y un vino de Cangas con denominación de origen o una cerveza asturiana artesana. El precio es de 12 euros y desde la escuela informan que aún queda alguna plaza para quienes quieran hacer la reserva. Eso sí, vista la demanda del comedor y que «la gente que viene suele reservar para varias veces» recuerdan que esta no debe hacerse con mucha demora, pues las plazas son también limitadas. La reserva puede hacerse a través del 985 822 701.

Junto a esto, el centro preparará la «tapa del día» que irá cambiando y seguirá en su labor de preparar meriendas y menús especiales que se entregan a familias sin recursos. Sus alumnos, sin duda, saben como abrir el apetito.