Barbón: «En los incendios de 2023, en Asturias aprendimos la lección: proteger los entornos rurales»
Adrián Barbón recuerda que tras los 12 días que arrasaron casi 29.000 hectáreas «se incrementaron los efectivos y los ayuntamientos recibieron más dinero que nunca para prevención»
En el Puesto de Mando Avanzado (PMA) habilitado en el recinto ferial de Cangas del Narcea se habló mucho de 2023. No en vano ... es el peor año de la historia de Asturias en cuanto a incendios forestales. En solo doce días de aquel año, los que pasaron entre el 28 de marzo y el 8 de abril, se quemaron 28.811 hectáreas. Una cifra nunca antes registrada y que, para hacer cómoda la comparativa, es como si se hubieran calcinado 28.811 campos de fútbol.
«Aprendimos la lección: proteger los entornos rurales», aseguró Adrián Barbón. El presidente del Principado no olvida que, tras aquella catástrofe medioambiental, que también fue provocada por la mano del hombre, tomó decisiones por las que fue criticado. «La creación de una consejería de emergencias», como es la actual de Movilidad, Medio Ambiente y Gestión de Emergencias«, y denominar a los que provocan los incendios »como terroristas del mechero. Mucho me criticaron en aquel momento y ahora todo el mundo utiliza ese término«.
Tras lo ocurrido en 2023, cree él que la región está más preparada. «Pasamos de 400 efectivos de emergencias a 600» y «hemos destinado más dinero que nunca a los ayuntamientos para actuar en el terreno y hacer medidas preventivas». Entre ellas, la refrigeración mediante traídas de agua. En Somiedo estaban funcionando el sábado. En Cangas del Narcea eran visibles ayer.
Porque, insistió, «la prioridad absoluta es proteger los pueblos y a las personas que viven en ellos». De ahí que se haya ofrecido la evacuación voluntaria a los vecinos que pudieran sentir la angustia de ver las llamas cerca de sus casas. «O repartir mascarillas», recordó el consejero de Movilidad, Medio Ambiente y Gestión de Emergencias, Alejandro Calvo.
Aunque no Asturias no se encuentra aún en situación de alerta por partículas en el aire. «Estamos monitorizando todos los incendios, su avance y la calidad del aire», resaltó el consejero. «Lo importante aquí es que son los técnicos los que están al frente de los trabajos y de las medidas a tomar», resaltó Barbón.
Cambio climático puro y duro
No ocultó él la preocupación porque los emblemas naturales de la región estén en riesgo. «Pero trabajamos en prevención para evitar que eso suceda». Lo hicieron, recordó el consejero, «en Degaña, anticipándonos a la llegada del fuego de Anllares del Sil». Y están haciéndolo ahora «en Somiedo». Alejandro Calvo cree que la dirección del incendio en Somiedo, así como las medidas tomadas con desbroces y cortafuegos, «evitarán que llegue a la Braña de la Pornacal». El corazón del Parque Natural de Somiedo.
Y mientras confía en los trabajos de los expertos, los casi 300 profesionales que andan batiéndose contra las llamas de occidente a oriente de la región, el presidente asturiano también quiso dejar claros dos mensajes. Uno, para los negacionistas. Otro, para los conspiranoicos.
Para los primeros, explicó Adrián Barbón que «lo que está pasando es cambio climático puro y duro». Recordó él que «no es cierto que en Asturias haya incendios por el verano, todo lo contrario, aquí son habituales en marzo y abril», y señaló que «no estamos en zona de eucaliptos». Son fuegos de nueva generación, «ninguno provocado en Asturias, sino que llegan aquí desde León». Y llegan en un momento «de temperaturas extraordinarias, nunca se había registrado tanto calor en Asturias» y con vientos desfavorables.
Para los segundos, el presidente asturiano también tuvo mensaje. «No se puede aprovechar el terreno quemado para edificar». Ni para instalar placas solares. Ni eólicos. El monte seguirá siendo monte.
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