Barbón mantendrá el mismo número de consejerías para contener el gasto

El preacuerdo de gobierno de coalición cerrado el viernes por la FSA y Convocatoria por Asturias empieza a despejar ese camino. La negociación se ha saldado con una macroconsejería para la confluencia de izquierdas, algo significativo. Convocatoria llegó a aspirar a dos puestos en el Consejo de Gobierno, lo que desde el lado socialista podría haberse respondido alargando el Ejecutivo hasta las 12 consejerías, escenario que se ha querido evitar.

Respecto a la configuración de las consejerías, Barbón aseguraba este domingo tras ejercer su derecho a voto que aún «no he tomado decisiones al respecto, aunque tengo una idea más o menos planteada en la cabeza». Lo que sí ha confirmado es que «van a ser el mismo número de consejerías (diez) y que uno de ellos será además vicepresidencia» con «reequilibrio de competencias y también renovación». Es un número de carteras por el que también optó Vicente Álvarez Areces. Sergio Marqués llegó a moverse entre las seis y siete, Francisco Álvarez-Cascos con nueve y Javier Fernández se quedó en ocho.

Mantener las diez consejerías permite cierta austeridad, evita dar balas a la oposición, y aleja a la nueva coalición de la que alumbraron Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en el Gobierno central, que se selló en parte a base de trocear ministerios hasta componer 22 carteras.

Llegar al preacuerdo ha exigido a los socios superar varios tira y aflojas. Convocatoria puso sobre la mesa su vocación por hacerse con áreas de calado económico, entre las que apuntó a Industria, Medio Ambiente, Energía y Fondos Europeos. Ha habido cesiones por ambas partes hasta dar con una macroconsejería y un acuerdo programático que cumple la que era su máxima: tener un departamento con incidencia en el sector económico industrial (urbanismo, vivienda y ordenación del territorio) y reflejar prioridades para el resto.

Entre ellas está aligerar de burocracia las ayudas en Bienestar Social, consensuar el nuevo plan de residuos con Medio Ambiente, velar juntos porque las autorizaciones a los eólicos marinos no afecten a la pesca y dar con una norma que «obligue» a las empresas de energías renovables a compensar a los concejos donde se implantan.

En la negociación también tocó definir el destino de Sogepsa y la ZALIA, tradicionalmente adscritas al área de ordenación, pero que para sus refundaciones pasaron a Hacienda. Finalmente acabarán en Industria.

Definida la macroconsejería de Convocatoria y con la idea de respetar el número de carteras, a Barbón corresponde ir componiendo un Ejecutivo del que avanzó que tendrá peso político, será paritario y mantendrá la figura de la vicepresidencia, con una mujer del partido. Ahí todas las miradas apuntan a Gimena Llamedo como sucesora de Juan Cofiño en el puesto de 'número 2'.

El viernes, la comisión ejecutiva de la FSA acordó una salida. El actual consejero de Industria, Enrique Fernández, será el senador por designación autonómica que corresponde a los socialistas. El paso se formalizará en uno de los primeros plenos de la Junta General tras el verano. El martes el Boletín Oficial del Principado ya anticipó la renuncia de dos de los tres profesionales que componían su gabinete.

Es época de quinielas socialistas. Tal y como avanzó este periódico hace tres semanas, las continuidades más aseguradas las tienen Borja Sánchez, Lydia Espina y Alejandro Calvo, titulares ahora de Ciencia, Educación y Medio Rural y Cohesión Territorial, si bien podrían ver redefinidas algunas de sus competencias. Es más que probable por ejemplo que Calvo ceda Desarrollo Rural al expresidente de la Junta, Marcelino Marcos Líndez.

Aunque el presidente reconoce el trabajo en la pandemia de Pablo Fernández al frente de Salud, determinados enfrentamientos y la necesidad de respetar la paridad pueden desembocar en su sustitución por Concepción Saavedra. El alcalde de Corvera, Iván Fernández, suena entre las incorporaciones, mientras que para Cultura lo hacen las concejalas de Gijón Lara Martínez y de Oviedo Sonia Fidalgo.