Barbón, flanqueado por Patxi López y Olaya Rosell, durante su intervención en el homenaje a las víctimas de Funeres. J. M. PARDO

Barbón pide lealtad al partido y afirma que «a constitucionalistas no nos va a ganar nadie»

El presidente del Principado cuestiona a un PP al que «cada vez cuesta más diferenciar de Vox» y señala que «el régimen del terror era este, el de Funeres»

Daniel Fernández y Marta Varela

Funeres (Laviana)

Domingo, 17 de septiembre 2023, 02:55

Fue durante años Rodiezmo, la fiesta de la minería asturleonesa, la que ostentaba el título de ser el acto político con el que los socialistas ... iniciaban el curso político, con un notable liderazgo del SOMA que en aquel momento lideraba el hoy repudiado José Ángel Fernández Villa. Desde que esta fiesta dejó de celebrarse, otra cita, muy simbólica para el PSOE asturiano, aunque siempre quedaba en un plano secundario, el homenaje a las víctimas del Pozu Funeres, ocupó este lugar. Allí, en 1948, veintidós mineros militantes del PSOE y UGT fueron ejecutados por el franquismo sin juicio alguno por oponerse al régimen militar impuesto tras el golpe de Estado de 1936. Y allí, en el mismo lugar, los socialistas iniciaron ayer el presente curso político reivindicando los valores de «ayer, hoy y siempre» de este partido y reivindicándose como los garantes de la «libertad».

Publicidad

Fue un acto el de este año con elevada carga política. El contexto nacional, con la prvisiblemente fallida investidura del popular Alberto Núñez Feijóo y las negociaciones que el PSOE mantiene con los partidos independentistas para lograr los apoyos necesarios que permitan a Pedro Sánchez seguir gobernando, marcaron un acto en el que intervinieron el presidente del Principado y secretario general de la FSA, Adrián Barbón; el portavoz del grupo socialista en el Congreso de los Diputados, Patxi López; el alcalde de Laviana, Roberto Petón, y la secretaria general de Juventudes Socialistas, Olaya Rosell. Y fue un acto, sobre todo, en el que los socialistas asturianos han querido trasladar una imagen de unidad y de compromiso «leal» con su partido, pese a expulsiones como la del exsecretario general del PSOE vasco, Nicolás Redondo, por pronunciarse contra la posibilidad de la amnistía.

Un mensaje claro que Barbón quiso enviar en un momento en el que arrecian las críticas de históricos dirigentes del PSOE, como Felipe González o Alfonso Guerra, en contra de la amnistía a los líderes del procés que estaría negociando el PSOE para asegurarse su apoyo en una investidura de Sánchez.

El hecho de que se esté negociando esa amnistía es la principal bala que el PP está utilizando estos días para elevar la presión y evitar que Pedro Sánchez consiga los apoyos suficientes para ser presidente de los partidos que ya han dicho 'no' al líder del Partido Popular. Esa amnistía, que exige el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, prófugo de la justicia, para que su partido, Junts, apoye a Sánchez pone en riesgo, según los populares, las bases del sistema democrático español y de la propia Constitución. Una afirmación que niega el propio Adrián Barbón. El presidente del Principado no se salió ayer del guión que ha mantenido estos últimos días cuando se le pregunta por esta negociación y ayer en Funeres volvió a decir que defiende cualquier acuerdo que no contravenga a la Carta Magna y que permita a Pedro Sánchez continuar en la Moncloa, pese a no ganar las elecciones. Y en este punto, el líder de los socialistas asturianos recordó la trayectoria del PSOE como garante de la Constitución de 1978. «Seguimos plenamente defendiendo la Constitución, porque nosotros fuimos quienes la hicimos y nos aseguramos de su cumplimiento», dijo. «Todos los diputados socialistas en las Cortes constituyentes de 1977 votaron a favor de la Constitución, mientras que solo la mitad de los diputados del partido antecesor del PP (entonces Alianza Popular) lo hicieron», recordó Barbón, quien de forma enérgica dijo que «nadie (la palabra la repitió exactamente cinco veces) nos ganará a constitucionalistas. Somos nosotros los que nos aseguramos de su cumplimiento».

Publicidad

En este sentido, y para despejar cualquier duda, Barbón insistió en que los límites de la democracia los pone la Constitución, que delimita los espacios legales. «Todo dentro de ella es válido; fuera de ella, no», insistió.

El terror y la historia

Aprovechó el presidente del Principado para arremeter contra el PP y su estrategia de «agitación». Acusa a Núñez Feijóo y al Partido Popular de «ser rehén» de la extrema derecha y le preocupa que «cada vez más cuesta diferenciar al PP de Vox». Por eso, explicó, partidos que en anteriores ocasiones apoyaron al PP, como es el caso del PNV, «ya no quieren saber nada con él». En este sentido, arremetió contra los dirigentes del PP asturiano. En concreto contra su secretario general, Álvaro Queipo, y el portavoz parlamentario, Diego Canga, quienes el viernes dijeron que les daba «lástima» que el PSOE asturianos estuvierca «cooperando con el regimen del terror». «El regimen del terror era este, el de Funeres», enfatizó Barbón, quien defendió especialmente la memoria democrática en momentos como el actual, «cuando hay quienes quieren que la amnesia se apodere de nosotros para que lo ocurrido en Funeres vuelva a ocurrir».

Publicidad

El presidente del Principado aprovechó el acto de Funeres para asegurar que el PSOE sigue unido pese a las notables discrepancias internas y lanzó un mensaje claro a los críticos con la línea de actuación de la actual dirección del partido: «Se habla de que el Partido Socialista de ahora es distinto al de ayer. Y que no se equivoque nadie, somos la misma organización de ayer, hoy y mañana».

En Funeres, Adrián Barbón revalidó su compromiso con el feminismo, frente a los discursos del odio y la intolerancia, «porque feminismo significa igualdad y seguiremos siendo el sostén del feminismo. ¡No pasarán!», dijo. También definió a la Federación Socialista Asturiana como un partido «profundamente asturianista», porque «nuestra identidad nos une, no nos separa del proyecto común que es España y Europa».

Publicidad

Concluyó Barbón fijando las prioridades de su Gobierno, que resume en tres pilares: la transformación de la economía, hacia un modelo descarbonizado; el refuerzo de los servicios públicos de calidad, y el reto demográfico, mediante una fiscalidad positiva en las zonas rurales y ayudas a la natalidad.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

1 año por solo 16€

Publicidad