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Parte de la plantilla de la Residencia Mixta de Pumarín, ayer, en la protesta por la falta de personal y necesidad de mejoras salariales. JUAN CARLOS TUERO
Dos brotes con 22 enfermos hacen saltar las alarmas en la red geriátrica

Dos brotes con 22 enfermos hacen saltar las alarmas en la red geriátrica

Prohibidas las visitas en la Residencia Mixta de Gijón y Sotrondio y los centros privados critican que que sus plantilla no han recibido la tercera dosis

CHELO TUYA

GIJÓN.

Miércoles, 15 de diciembre 2021, 04:16

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«Si la situación se torna más difícil, habrá que tomar medidas para anticiparnos». Las palabras de la consejera de Derechos Sociales y Bienestar el lunes en Avilés resultaron proféticas. Temía ella que la escalada de casos y hospitalizaciones que está trayendo consigo la sexta ola de la pandemia afectara a la red geriátrica. Y ya lo ha hecho.

El departamento que dirige Melania Álvarez cerró ayer dos residencias. La primera, la Mixta de Pumarín, tras detectarse un brote que afecta a cinco residentes y dos profesionales de la plantilla. La segunda, a la vez, la residencia publica de Sotrondio. El brote, aquí, más severo: cuatro profesionales y 11 residentes. En total veintidós personas contagiadas de la covid de esta sexta ola y todos sus compañeros, tanto en plantilla como residentes, sometidos a PCR. Y, lo que es peor, prohibidas las visitas.

En la Residencia Mixta de Pumarín, la mayor de toda Asturias, se valoró cerrar por plantas, ya que el edificio lo permite. Pero, además de confinar a los residentes de las plantas afectadas y cerrar el comedor del personal, la dirección decidió prohibir las visitas de familiares. En Sotrondio, el blindaje familiar es idéntico.

Unavuelta al pasado que no ha gustado a la red privada, también afectada por algún caso ya en esta sexta ola de la covid. Sobre todo porque tienen claro las patronales geriátricas dónde está el problema: «En que las plantillas no han recibido la tercera dosis, la de refuerzo. Desgraciadamente, el virus entra por nosotros, pero nuestra vacuna es de principios del año pasado, así que ha perdido efectividad».

Así lo señaló Arsenio Alonso, presidente de Ascege. Recuerda él que ya han solicitado al Principado la inclusión del personal sociosanitario entre los colectivos prioritarios para la tercera dosis». El último calendario facilitado por la Consejería de Salud para el refuerzo del personal de residencias «decía que entre la semana pasada y esta, pero no tenemos nada aún».

La noticia saltó durante la comparecencia de la consejera ante la Comisión de Hacienda de la Junta para presentar sus presupuestos. Una jornada marcada por las concentraciones que la plantilla de la red geriátrica pública, que gestiona el organismo autónomo Establecimientos Residenciales para Ancianos (ERA) realizó tanto ante el Parlamento como los centros públicos.

«Escuche a la plantilla»

Desde la puerta de la Junta, los representantes del comité de empresa interpelaron, a todos los participantes en la comisión. Con Melania Álvarez hablaron. Le recordaron los trabajadores de la red geriátrica pública lo que ya le han dicho a la gerente del ERA, Ana Suárez, «queremos un plus de peligrosidad y más plantilla».

La plantilla calcula que el plus supondrá unos 30 euros al mes. De plantilla, reclaman consolidar todos los refuerzos llegados durante estos dos años de pandemia y precisan la necesidad de Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAEs) en horario nocturno en diez residencias.

«Esos están ya incluidos en los presupuestos», señaló la consejera, quien precisó sobre el plus que «está siendo analizado», ya que, dijo, «existen sentencias contrarias». Unas explicaciones que tuvo que dar Melania Álvarez ante la pregunta reiterada de los portavoces de los diferentes grupos. «Es importante que comprometa la contratación de los TCAEs, pero también hay que hablar del plus», le dijo Ovidio Zapico, de IU. «Escuche a la plantilla, consejera», le pidió Rafa Palacios, desde Podemos, mientras que Reyes Fernández Hurlé, del PP, le entregó la octavilla que repartía en la puerta el comité del ERA. «Son reivindicaciones justas, consejera», apostilló.

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