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Los integrantes de Medusamba, una de las tres charangas que se estrenan este año en el Carnaval de Gijón, ultiman sus ensayos en el colegio Río Piles. Paloma Ucha
Medusamba: «Nos tiramos a la piscina y había agua»

Carnaval en Asturias 2025

Medusamba: «Nos tiramos a la piscina y había agua»

Después de «sufrirlo desde fuera» el año pasado, Medusamba debuta en el Antroxu de Gijón con seis ritmos diferentes y mucha energía juvenil

María Agra

Gijón

Jueves, 13 de febrero 2025, 01:00

'Reinventarse o morir' podría ser perfectamente el lema de Medusamba. Estaban quemados con el ambiente y la presión que supone estar en una charanga, así que después del Antroxu de Gijón de 2023 decidieron salir de la agrupación en la que estaban y formar una batucada. «La primera norma era que nunca seríamos una charanga, pero no salió como esperábamos. Después del carnaval nos vinimos arriba, nos lanzamos a la piscina y parece que había agua», relata su presidente, Marcos González. Ya aprendieron la lección después de «sufrirlo desde fuera» el año pasado y esta vez «venimos a disfrutar del carnaval», afirma.

Son 45 personas y una de las charangas más jóvenes –la mayoría del grupo tiene entre 17 y 34 años–, lo que se ha notado en la energía a la hora de trabajar. «Nos constituimos en marzo y la primera semana de abril ya teníamos la idea», matiza, aunque de lo que será su debut en el Jovellanos no quiere adelantar nada porque «se puede adivinar enseguida». Tan solo esboza que «el traje y los complementos ya los tenemos listos y ahora estamos acabando con la parte de decoración del escenario», aclara.

El nombre surgió en un día de playa en el Festival Internacional de Percusión de Sagunto (Valencia). «Había una medusa, empezamos con la broma de medusamba y así quedó», rememora.

Cosas diferentes

Quieren pasárselo bien y, sobre todo, aportar aire fresco al Antroxu. «Sacamos seis ritmos distintos e intentamos tocar varios palos para traer cosas diferentes», dice Marcos, cabecilla de la batucada. De las letras se encarga su padre, Miguel, aunque sin el resto de miembros que les acompañan «sería imposible». Sobre los problemas que están teniendo algunas charangas para ensayar porque los permisos de Medio Ambiente no son compatibles con los de los colegios, apunta que «a nadie le gusta el ruido, pero cuando llega carnaval todos queremos fiesta. Solo pedimos que nos dejen trabajar y que la cultura del Antroxu, que es muy sólida, siga creciendo». Porque «cuantos más colores tenga la ciudad, ¡más guapo es el carnaval!».

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