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En primera fila, la alcaldesa Ana González, la directora de Igualdad del Principado Nuria Varela, Patricia Sornosa (comadre de oro), Begoña Piñero, la cantante de tonada Anabel Santiago (comadre especial de oro), la exalcaldesa Paz FernándezFelgueroso y la activista Ángeles Álvarez. ARNALDO GARCÍA
«¡Nadie nos quitará nuestro derecho a ser mujeres libres!»

«¡Nadie nos quitará nuestro derecho a ser mujeres libres!»

La tertulia feminista Les Comadres entregó sus distinciones a la cómica Patricia Sornosa y la cantante Anabel Santiago

G. MAESE

GIJÓN.

Viernes, 17 de febrero 2023, 01:00

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Por fin la tertulia feminista Les Comadres recuperó su fiesta. Y además lo hizo por todo lo alto. La sala Albéniz casi se quedó pequeña para recibir a las mujeres que ayer, como cada día, volvieron a reivindicar la lucha feminista. Es la lucha combativa de un grupo de mujeres que no descansarán en el avance de los derechos de las mujeres.

«Nos queda tanto por luchar; grandes conquistas que aún nos quedan por reivindicar juntas», aseguraba la presidenta de la tertulia, Begoña Piñero. Al acto acudieron, por cierto, la alcaldesa Ana González, y la directora de Igualdad del Principado, Nuria Varela.

La cómica Patricia Sornosa, comadre de oro 2023, se mostró muy agradecida por la distinción. «Aunque en las artes escénicas aún sigue habiendo un papel masculino muy predominante, cada vez somos más las mujeres que reivindicamos nuestro papel y nos expresamos tal y cómo somos», explicó. Y la cantante de tonada Anabel Santiago recibió la comadre de oro especial de quien -dijo- «son unas mujeres que guían nuestra lucha y son un referente del feminismo». Sornosa explicó que «llevo muchos años reivindicando con mis letras, proyectos y conciertos los derechos de las mujeres».

La fiesta sirvió también para homenajear a Ángeles Álvarez, de la Alianza contra el Borrado de las Mujeres, quien fuera comadre de oro en 2022. Álvarez aseguró que «hoy las mujeres se encuentran en una encrucijada porque por la torpeza de algunas leyes nuestros derechos están en riesgo».

Al grito de «¡nadie nos quitará nuestro derecho a ser mujeres libres!», la fiesta se alargó hasta altas horas de la madrugada. «Hasta que el cuerpo aguante», decían.

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