'Chus Mirantes' negociaba la venta de una mina el día del accidente de Cerredo
Esa mañana estaba en un despacho de Madrid tratando de amarrar los servicios de un intermediario que le ayudara en la operación
Hablar del accidente ocurrido en la mina de Cerredo (Degaña) en el que murieron cinco trabajadores y cuatro resultaron heridos es hablar de Jesús ... Rodríguez Morán, 'Chus Mirantes', un hombre que, según los papeles oficiales, nada tiene que ver con esto. En 2021 se hizo con las naves, chatarra, acopios y derechos mineros del Grupo Cerredo la sociedad Combayl, de la que es administradora única Ana María Rodríguez. En 2022 otro trabajador falleció y uno más perdió la pierna cuando movían un camión cargado de carbón procedente de una extracción ilegal. Meses después, Combayl cedió los derechos mineros a Blue Solving, de la que es administrador Adrián Rodríguez.
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'Chus Mirantes' es el marido de la primera, el padre del segundo y algo más. Cuando ocurrió el accidente de 2022, al primero al que llamó el superviviente para pedir ayuda fue a él, que no lo cogió. Con la pierna rota y perdiendo sangre, el herido telefoneó entonces a Adrián Rodríguez, quien tras saber la situación informó a su padre para que tomara las riendas de la situación. Meses después, ante la Guardia Civil, Rodríguez Morán testificó que él en realidad era «trabajador de la empresa Carbones La Vega y asesor de Combayl», que en la primera se limitaba a «comercializar el producto, es decir, el carbón», y en la segunda a «seleccionar maquinaria y asesorar de lo que sirve o no».
Lo cierto es que en el sector y entre los propios trabajadores de Cerredo se le tiene como el jefe de todo. Tras el accidente, lamentó a este periódico: «Le regalamos una mina a mi hijo porque le gustaba y nunca pensamos que algo así podría pasar».
Entramado societario
Aunque los papeles digan otra cosa, es la referencia de un grupo empresarial familiar amplio en sociedades. El servidor Empresia asocia su nombre y apellidos, el de su hijo y el de su mujer con una veintena de sociedades distintas.
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Tener un conglomerado familiar da capacidad para mover fichas. Un ejemplo: Combayl se hizo con el Grupo Cerredo pagando en una subasta 650.000 euros en octubre de 2021 por los bienes y derechos mineros. En febrero de 2023 la empresa de la madre le traspasó a la del hijo esos activos por 130.000 euros.
Antes del accidente era 'vox populi' en el sector que Jesús Rodríguez Morán andaba a la búsqueda de inversores para impulsar Mina Miura (Ibias). El 31 de marzo, cuando una explosión de grisú acabó con los cinco trabajadores en Cerredo, él se encontraba en Madrid, con un abogado. Tenían concertada una entrevista en Auriga Global Investors, una sociedad de valores regulada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, según avanzó Asturias Diario y pudo confirmar este periódico.
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Contrato de asesoramiento
La sociedad declina hacer comentarios sobre sus operaciones. Este periódico pudo saber de fuentes cercanas a aquel encuentro que Rodríguez había recurrido a Auriga para que les ayudara, como intermediario financiero, a vender alguna de las minas que tenía bajo su control. Esa mañana el propósito era firmar un contrato de asesoramiento para la compraventa. Las llamadas informándole del suceso obligaron al empresario a dejar el encuentro y marchar. En la actualidad, y según las fuentes consultadas, Auriga no estaría vinculada a Rodríguez.
El empresario buscaba liquidez antes del suceso y esa urgencia habría ido a mayores. Los supervivientes de Cerredo trabajaban contratados por Combayl, sociedad que el mes pasado aplicó un expediente de regulación temporal de empleo. En Mina Miura opera con Carbones La Vega, que también ha pasado dificultades para atender las nóminas de sus trabajadores, retrasándose en el pago de dos.
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