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Guillermo Bermejo, Ana Caro y Rafael Puyol, en el Edificio Histórico de la Universidad. MARIO ROJAS
«La generación que va a vivir cien años ya está aquí», advierte Rafael Puyol

«La generación que va a vivir cien años ya está aquí», advierte Rafael Puyol

El catedrático aborda, en una conferencia en la Universidad, los retos que plantea el envejecimiento de la población así como las oportunidades que genera

ALBERTO ARCE

OVIEDO.

Viernes, 22 de junio 2018, 04:46

¿Cuándo empieza la vejez?, ¿qué la produce?, ¿cuáles son sus características?, ¿qué pasaría en nuestra sociedad si a partir de 2045 no se muriese nadie? Estas son algunas de las cuestiones que trató de responder el exrector de la Universidad Complutense, presidente del Patronato de IE University y de Seniors Españoles para la Cooperación Técnica (SECOT) Rafael Puyol (Gijón, 1945). En la tarde de ayer ofreció una conferencia en el aula Rector Alas del Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo titulada 'Envejecimiento demográfico. Consecuencias y oportunidades' con la colaboración del Aula de Cultura de EL COMERCIO. El catedrático cree que el envejecimiento puede suponer una oportunidad para distintos sectores, pero eso vendrá más tarde.

Su intervención, presentada por el colaborador de este diario Guillermo Díaz Bermejo y por la gerente de la Universidad de Oviedo, Ana Caro, giró alrededor de varios ejes conceptuales fundamentales, como el envejecimiento poblacional y sus repercusiones así como las oportunidades y retos que puede presentar en el futuro; abordándolos desde un punto de vista de esperanza y optimismo.

El exrector de la Complutense dijo ser «optimista» debido a que aunque los datos que se manejan desde la demografía en cuanto a la situación de España y, en especial, de Asturias, no sean demasiado alentadores en el medio y el largo plazo, «los gobiernos y las empresas pueden revertir estas predicciones si comienzan a dedicar esfuerzos mayores en el asunto». Rafael Puyol sostiene que en la actualidad «la clase política no se centra en el problema demográfico porque su pensamiento es cortoplacista y solo abarca los cuatro años que dura una legislatura», pero que tendrá que abordarlo tarde o temprano. También cree que «la demografía es una disciplina científica de luces largas» desde la que se plantean iniciativas para solventar problemas que necesitan de veinte o treinta años para dar resultados. Un ejemplo claro de esto, comentaba Puyol, se puede encontrar en la población asturiana, que «es la más envejecida de España con un 25% de tasa de envejecimiento», una región que en 2030 estará casi totalmente habitada por ancianos. En Japón, uno de los lugares más envejecidos del plantea, la tasa es del 26%. Ahora bien, los nipones también son los más longevos y según un estudio de la Sociedad Gerontológica y Geriátrica de Japón, existen tres grupos en cuanto a la situación de los más mayores: prevejez (entre 65 y 74), vejez (entre 74 y 90) y 'súper mayores' (a partir de 90). En España, sin ir más lejos, el número de centenarios es de 15.000 -con más mujeres que hombres-, lo que, según el doctor, «nos da pistas de cómo va a ser nuestra sociedad» en unos treinta años.

Longevidad y envejecimiento

Puyol considera que hay que diferenciar con claridad dos conceptos que se suelen confundir por desconocimiento: la longevidad y el envejecimiento. Mientras que el primero se definiría como «los años máximos que puede vivir un individuo de una determinada especie y en un contexto determinado», el envejecimiento «es el aumento de un grupo de personas ancianas en un determinado grupo de población». «Los seres humanos no somos la especie más longeva», explicó el demógrafo, «estamos en una posición intermedia».

Asimismo, hay cabida para la esperanza en esta ecuación, pues la vejez «no es igual hoy que hace unos años». Esto se debe a que en el momento actual «se está viviendo un proceso de rejuvenecimiento de la población», es decir, desde un marco relativo, un hombre con 75 años hoy tendría el mismo estado de salud que otro de 65 dos décadas atrás. También indicó que las mujeres son más longevas, pero que los hombres, que mueren antes por estadística, tienen más años saludables.

«El envejecimiento tendrá consecuencias en el mercado laboral, en las pensiones, en la sanidad y en los procesos electorales», planteó, alertando que de no cambiarse las cosas, en un futuro «se percibirá ya no el 80% del sueldo, sino un 60%», y esta cifra irá descendiendo paulatinamente. «Los viejos sistemas de reparto de las pensiones no tienen futuro, tendrán que apoyarse en otras fuentes para poder asumir el gasto», ya que los cotizantes no podrán cubrir solos las demandas de los pensionistas.

Sin embargo, contrapuso, «esto abrirá todo un mercado en distintos sectores como el tecnológico o el industrial para cubrir las nuevas necesidades de los mayores».

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