Coronavirus en Asturias | Los geriátricos crean 'zonas rojas' para aislar a los contagiados y blindarse contra la covid

La primera ola del coronavirus se saldó en Asturias con 202 usuarios de residencias fallecidos. Hubo brotes en 66 centros, tanto públicos como privados. Entre la plantilla, 232 profesionales se contagiaron de un virus que paralizó al país en primavera y amenaza con volver a hacerlo en invierno. Para evitar que la segunda ola la inunde, la red geriátrica asturiana lleva meses blindando sus instalaciones.

Y lo ha hecho con una doble vía de protección: protocolos de higiene, zonificación y socialización para los centros y una intensa campaña de vacunación contra la gripe para residentes y plantillas. En el primera vía, el aspecto más destacado es que todas las residencias deben reservar el 5% de sus plazas para aislamiento. Plazas con las que crear una 'zona roja' para casos de contagio. En la segunda, la inoculación llegará este año, por vez primera, a todos los usuarios de geriátricos y se busca que también lo haga a todos los profesionales.

«El invierno se presenta complicado, pero es cierto que estamos mucho más preparados para afrontar la pandemia». Así lo asegura Paulo González, gerente de Gaudium Salud, empresa que tiene la Residencia Nuestra Señora del Fresno, en Langreo como referente. En la primera ola, la residencia tomó una decisión pionera: confinarse junto a los residentes. En la segunda, «sanitariamente estaremos muy bien preparados», afirmó.

Porque el trabajo conjunto de las consejerías de Salud, de la que depende el mando anticovid, y de Derechos Sociales y Bienestar, de la que dependen la red geriátrica pública y concertada, así como el plan de inspecciones de la privada, ha dado pie a un protocolo que va más allá de los aspectos más conocidos como el incremento de la desinfección o la restricción de visitas de familiares o de salida de usuarios en caso de contagio.

Así las residencias deben zonificar sus espacios en tres áreas bien diferenciadas. En la denominada 'zona roja', con una disponibilidad del 5% de las plazas de la residencia, serán instalados los residentes que den positivo en covid. «Deben contar con habitación individual, acceso desde el exterior independiente, uso exclusivo de ascensor y personal debidamente equipado», enumera Paula González.

En la 'zona amarilla' se instalarán residentes con síntomas, pero que hayan dado negativo en la pcr». En la 'zona verde' estarán los residentes sin contagio.

Además de las medidas de desinfección diarias, a los usuarios se les tomará la temperatura dos veces al día. A los profesionales, a cada entrada de turno. Tanto unos como otros utilizarán mascarilla y guardarán la distancia de seguridad siempre que sea posible.

A esas normas, este otoño, de forma excepcional, se suma la vacunación masiva contra la gripe. Los residentes ya comenzaron a ser inoculados el viernes, y el Principado hace campaña para que toda la plantilla de Establecimientos Residenciales para Ancianos (ERA) se vacune también.

Bajo el eslogan '¡Este año sí me vacuno!', pretende el Principado que todo el personal de los geriátricos sea vacunado. Jorge Suárez López, director de la residencia Santa Bárbara, de Sotrondio, explica «no estamos obligados», pero «conseguir una elevada cobertura vacunal disminuirá la incidencia de la misma». El objetivo, que la ola del covid no se sume a la de la gripe.