La gijonesa plaza del Parchís, al fondo, es uno de los sitios más concurridos de la ciudad iluminada. JUAN CARLOS TUERO

Coronavirus en Asturias | Las luces navideñas, mejor verlas sin aglomeraciones

Expertos aconsejan evitar las grandes concentraciones en calles y establecimientos comerciales para reducir el riesgo de contagio

LAURA MAYORDOMO

GIJÓN.

Miércoles, 2 de diciembre 2020, 02:10

«El sábado fuimos hasta el centro a ver la iluminación de Navidad. Bajamos por la avenida Constitución y al llegar a la Puerta la Villa y ver cómo estaba aquello de gente, decidimos dar media vuelta. Cualquiera se metía ahí». Las riadas de personas por la calle que vio la gijonesa Marisa Rodríguez le hicieron desistir y volver a la seguridad de su casa. De conocerla, probablemente el epidemiólogo Daniel López-Acuña la habría felicitado. Porque dice el exdirector de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la OMS que la mejor manera de disfrutar este año de la iluminación navideña -en Oviedo y Avilés el encendido tendrá lugar el viernes- es hacerlo «desde la ventana de casa o dando un paseo en coche». «¿Por qué tenemos que ir todos a las seis de la tarde? Se puede disfrutar de lo que tenemos, pero evitando las aglomeraciones», plantea la cardióloga y miembro de la asociación COVIDwarriorrs Amelia Carro. Ella propone una alternativa: hacerlo a pie, «pero a horas de poca afluencia». Lo mismo, para hacer las compras navideñas.

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Todo, para evitar imágenes de aglomeraciones como las que se vieron por ejemplo el sábado en Madrid y que al también epidemiólogo Pedro Arcos le provocaron «un respingo». Aclara el experto de la Universidad de Oviedo que si se asustó no fue tanto por ver gente circulando por la vía pública como por «lo que eso implica de presencia de personas en establecimientos comerciales, uso del transporte público o posibles reuniones en viviendas particulares». Porque eso, insiste, «es lo que hay que evitar».

Distancia de metro y medio

Estar en la calle, con mascarilla, no implicaría mayor riesgo de contagio si se mantienen el resto de medidas de prevención. Principalmente, la de la distancia social. Ese metro y medio de separación en el que nos llevan insistiendo desde el inicio de la pandemia. El problema, anota López-Acuña, es que en grandes concentraciones de personas esa distancia no siempre se puede mantener. Carro pone otro ejemplo: ¿«Te imaginas una cabalgata, con la gente apretada durante una hora esperando que pase y dando gritos?». Por eso los ayuntamientos las han cancelado.

«Es que, si quisiéramos hacerlo bien, deberíamos olvidarnos de las navidades», anota Pedro Arcos. Al menos de las navidades tal y como las conocíamos hasta ahora, con grandes reuniones de familiares y amigos. Mucho más si son en recintos cerrados. «Hay que insistir en que no estamos bien, que con una incidencia de más de trescientos casos por cien mil habitantes, como tenemos, el riesgo es muy alto», recuerda.

El de no bajar la guardia es también el mensaje que traslada el jefe de Inmunología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA): «Las infecciones se pueden obviar limitando los contactos. Al menos hasta que las vacunas mitiguen más los contagios y permitan un relajamiento de las medidas», opina Carlos López Larrea.

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