Coronavirus en Asturias | «Parecemos poblados fantasmas»

«Nunca, en los 35 años que llevó con la tienda, vi Llanes tan vacío en el puente de Todos los Santos, da pena». Estas palabras de Covadonga Collera, propietaria de la tienda de recuerdos Ecus, en la calle Mayor de la villa llanisca, definen a la perfección lo que estos días se está viviendo en la comarca oriental. El buen tiempo y la gran cantidad de reservas auguraban un buen puente en los concejos más turísticos, pero el cierre de fronteras decretado el pasado lunes por el Principado ante el incremento de contagios acabó con las esperanzas de los empresarios de poder alargar la temporada.

«Nos cancelaron absolutamente todas las reservas, así que este viernes decidimos cerrar porque nos resulta imposible seguir abiertos», explicaba José Alberto Concha, propietario de los hoteles Don Paco y Montemar, con cerca de cuarenta empleados, y presidente de Otea en el concejo. Y agregó que «está empezando a cerrar todo el mundo. Al final, parecemos poblados fantasmas».

Efectivamente, a pocos metros, en la calle Mayor, la sidrería La Casona también cerrará hoy «de forma indefinida». «Decidimos seguir abiertos confiando en tener algo de gente por el puente, pero apenas hay clientes y no es rentable», lamentaba su propietario, Pedro Vía. Por su parte, desde el restaurante Los Italianos, Marzia Zoccatelli y Galbiatti Giovanni reconocían que el pasado viernes fue «el peor desde que abrimos hace nueve años, no hay nadie».

La situación se repite en otro importante foco de atracción, Covadonga, donde ayer la basílica y la explanada se hacían aún más imponentes ante la ausencia de visitantes. «Está viniendo muy poca gente, todos asturianos, claro, pero con mucho contraste en relación al verano y a los puentes de otros años», reconocía el abad, Adolfo Mariño.

Animó a los fieles a seguir visitando a la Santina, pues «ahora más que nunca tenemos que ponernos en su manos y siempre nos espera».

Precisamente un milagro es lo que piden estos días quienes se dedican al turismo. «La semana está siendo nefasta, llevo varios días haciendo cajas de diez euros o menos», lamentaba a los pies del santuario el gerente de El Peregrino, José Luis Palacios. Y, como muchos otros, anunció un cierre «sin fecha de reapertura», a partir del martes. «El hotel Pelayo ya cerró y lo mismo muchos otros del concejo, porque si la gente no puede entrar, no tiene sentido seguir abiertos», agregó.

Efectivamente, a ese «cierre encubierto» hacían referencia Concha y el presidente de los hosteleros llaniscos, Javier Garaña, quienes afeaban que no se les tenga en cuenta a la hora de tomar decisiones. «Necesitamos sentarnos y hablar con las administraciones, pues no pueden echarnos la culpa de todo a nosotros ni pretender arreglar esto tomando decisiones unilaterales los viernes a la seis», recalcaron.