«Si tiene alguna reacción, toque el claxon del coche»
El aparcamiento del centro de mayores de Trevías sirvió ayer de emplazamiento para vacunar a grandes dependientes
Una imagen que pronto empezaremos a interiorizar en nuestra cotidianeidad es la de pasear por nuestros pueblos o ciudades y encontrarnos con un grupo de profesionales sanitarios atendiendo a un paciente que permanece en el interior del vehículo.
Ya empezamos a hacerlo durante el verano con los puntos autocovid. Esos en los que se citaba a los ciudadanos para hacerles la prueba PCR. Llegar, estacionar -con mayor o menor cola de coches-, diez segundos de prueba y seguir circulando. Ahora no se trata de un punto autocovid ni lo que se realizan son pruebas PCR. Son los puntos de vacunación contra la covid 19. Ayer mismo, esta nueva normalidad se podía ver en Trevías (Valdés) en el aparcamiento de un centro de mayores.
Allí fueron citando a uno de los grupos de vacunación que reciben las dosis durante estas semanas: los grandes dependientes. Ya la noche anterior se había advertido a los vecinos de que evitasen, en la medida de lo posible, el aparcamiento de sus coches particulares en este área puesto que se destinaría durante toda la jornada a poner las dosis. Así fue. Hasta allí fueron acudiendo tanto el dependiente como su cuidador.
El protocolo en sencillo, similar al del autocovid. Llegar, aparcar y esperar a la inyección. Pero, en estos casos, existe una salvedad. Ante las posibles reacciones adversas a la vacuna, se pide que aguarden en el interior de los vehículos por un periodo de quince minutos. En ese tiempo, según se puedo comprobar ayer, la indicación es: «Si tiene algún síntoma, toque el claxon». Al menos durante la mañana nadie llegó a hacer uso de este improvisado mecanismo para notificar alguna molestia.
De cara a ese aprovechamiento máximo de los viales, que permiten aplicar seis dosis, se intenta unificar las citaciones de tal forma que se pueda hacer uso de todas ellas. Para conseguirlo se van agrupando, a los mayores y sus cuidadores, en diferentes bloques durante la mañana, con pequeñas paradas para que los dos equipos de profesionales que ayer estaban destinados a esta tarea en Trevías se pudieran tomar un descanso. Todos estos casos, los que ayer se fueron concertando en Valdés, fueron gestionados por los propios centros de salud de la zona.
Hasta aquí sería la demostración práctica del estándar que recoge la estrategia de vacunación. Como ya adelantó la gerente del Sespa, Concepción Saavedra, el lunes: existe la posibilidad de que estas personas -también aplicable a los mayores de 80 años- que no puedan desplazarse hasta uno de estos puntos habilitados para recibir la dosis.
En estos casos, son los propios sanitarios quienes acuden a los domicilios particulares. Y aquí, surge nuevamente la misma tesitura: la necesidad de aprovechar las seis dosis que se pueden aplicar con cada vial. Para ello, se cita a alguna otra persona de ese grupo de vacunación en ese mismo punto. No para inyectar la vacuna en el interior del domicilio sino en sus alrededores, sea en el parking o en la calle, en cualquier sitio que se considere apto para poder hacerlo con las máximas garantías.
En la situación de grandes dependientes, los que en la estrategia de vacunación pertenecen al grupo 4, suman 4.000 personas en Asturias, a los que habría que sumar sus cuidadores. Ellos recibirán las vacunas de ARN Mensajero.