Coronavirus en Asturias | La UCI de Cabueñes está repleta y los médicos denuncian «falta de seguridad»

La UCI del Hospital de Cabueñes está al completo. Las catorce camas destinadas a ofrecer cuidados intensivos a los pacientes con covid-19 en estado más grave están ocupadas. Fuentes sanitarias confirman que el hospital gijonés no puede abrir, por ahora, una nueva unidad de intensivos ya que no dispone del personal de enfermería necesario para ello. De momento, aseguran, se ha solicitado personal a otras áreas sanitarias. Mientras la ocupación sea total, los pacientes que requieran ingreso en UCI tendrán que ser derivados al HUCA.

La escalada de contagios dispara la presión asistencial que en hospitales como el de Cabueñes se sitúa entre el 80 y el 90%, confirmó ayer la gerente del Sespa, Concepción Saavedra. El hospital de referencia del área V está lleno, con 64 pacientes ingresados en las plantas covid y otros 29 en las de sospecha de covid, a los que se suman los 14 ingresados en UCI. A estos se suman lo 30 pacientes de covid y 8 precovid los que están ingresados en el hospital de Jove, así como los 38 afectados por covid que permanecen en el hospital de Cruz Roja.

Durante los últimos días el hospital de Cabueñes alcanzó una situación «crítica». Los médicos del servicio de Urgencias aseguran haber vivido «escenas dantescas» y ayer dijeron basta. Al mediodía se concentraron para dar a conocer a la opinión pública «la realidad» que ellos están viviendo. Denuncian que el centro no está cumpliendo los protocolos sanitarios de prevención estipulados frente a la covid-19, ya que «es imposible que se respete la distancia de seguridad en salas de espera repletas de pacientes», declaró Carlos González Pérez, médico adjunto del servicio de Urgencias y portavoz del colectivo. En concreto hablan de fallos de medidas de seguridad para los pacientes «tanto en la entrada al servicio como durante las esperas para su atención y, en su caso ingresos». Y llegando a compartir espacio «cuando los protocolos indican lo contrario».

Insisten en que la saturación del servicio de los últimos días no se debió a la avalancha de pacientes sino a la «falta de agilidad en los ingresos». Esto explican provocó un cuello de botella en el servicio. Los pacientes que ya habían sido atendidos y precisaban ingreso no tenían cama y ocuparon espacio en las salas de Urgencias, al mismo tiempo que más pacientes seguían llegando para ser atendidos.

Recordaron que este retraso en la hospitalización provocó el «hacinamiento» de los pacientes. Algunos de ellos se vieron obligados a «permanecer más de 80 horas en este entorno, compartiendo durante horas habitaciones con camas dobles y triples», en la planta 0. También destacan la «falta de personal en una plantilla sin posibilidad de sustituciones, que ha doblado turnos», donde no se cubren las bajas y el cansancio físico y mental hace mella.

Recriminan la «falta de previsión» y que «no se ha aprovechado la tregua del verano para dotar al servicio de espacios, cuya apertura, por mucho que se quiera alardear de ella, llega tarde y sin la dotación de personal y equipamiento necesarios, ni se ha provisto al personal de las medidas imprescindibles para desarrollar nuestro trabajo con seguridad».

Para ayudar al desbordado centro gijonés, el Ejército inició ayer el montaje de siete tiendas de campaña en uno de los aparcamientos anexos. Un equipo formado por una treintena de soldados, junto con la empresa contratada por el Principado a tal efecto, erigieron siete puestos para hacer PCR, analíticas y pruebas de radiología a pacientes con patologías respiratorias que se acerquen a pie a Urgencias. Está previsto que este servicio auxiliar entre en funcionamiento el lunes, según explicó el militar al mando de la instalación, el teniente coronel Alfonso Ignacio Jáudenes, jefe del Batallón de Infantería San Quintín del Regimiento Príncipe de Asturias.

El plan inicial del Servicio de Salud del Principado (Sespa) es que el operativo disponga, al menos, de una enfermera de triaje, una enfermera asistencial, un médico y un celador, «aunque el personal podrá incrementarse en función de las circunstancias», aseguró la directora del Sespa, Concepción Saavedra. Los puestos estarán custodiados por un destacamento de cinco soldados, pero el personal sanitario será del propio Hospital de Cabueñes.

Tras el reconocimiento realizado en las carpas, los pacientes serán «valorados y clasificados», y remitidos al lugar que los sanitarios consideren. No obstante, Saavedra indicó que el Principado ha solicitado al Ministerio de Defensa que, si fuera necesario, se puedan habilitar 'boxes' para atender a más enfermos para paliar la situación.