Cortafuegos, quemas controladas y participación vecinal: los ganaderos exigen medidas reales contra los incendios
URA plantea un plan estratégico para recuperar el pastoreo, exige que se devuelva el monte a sus propietarios y formar a los ganaderos en tareas de prevención y extinción. Amenaza con movilizaciones «si no hay un compromiso claro estos días»
La Unión Rural Asturiana (URA), que celebró en la noche del miércoles una numerosa asamblea en Cangas del Narcea, exige que se tomen medidas reales contra los incendios que, en lo que va de mes, ya ha destruido en la región unas 6.000 hectáreas y advierte de que «si no hay un compromiso claro estos días iniciaremos movilizaciones». El colectivo ganadero condena en primera lugar «y sin paliativos» a los responsables de incendios provocados, pero rechaza que se culpe «de forma frívola» al sector ganadero, uno de los más afectados y a la vez más implicados en la extinción y prevención de los fuegos.
Publicidad
La organización, en primer lugar, advierte de queda mucho por hacer en materia de prevención y advierte de que los incendios se agravan por la acumulación de combustible en los montes, causada por la excesiva rigidez normativa que impide la gestión forestal tradicional, la desaparición del pastoreo de cabras y ovejas, el abandono de tierras por la falta de relevo generacional y rentabilidad, y la aplicación inadecuada de normas sobre plantaciones y limpieza de terrenos. A todo ello los ganaderos suman la escasa ejecución de desbroces y, especialmente, de quemas controladas, que la administración suele denegar, aumentando así el riesgo de incendios incontrolados. «Aducen en ocasiones para su denegación, precisamente, el riesgo que implica para los propios pueblos su ejecución, lo cual resulta prueba inequívoca de lo que sucedería en caso de incendio incontrolado en el mismo lugar», señalan desde URA
El colectivo ganadero también señala importantes fallos en la extinción de incendios que, en su opinión, reflejan en la ineficacia de planes y estrategias oficiales «que se convierten únicamente en simples documentos técnicos teóricos que resultan superados una y otra vez por la evidencia y la práctica». Pero también la falta de infraestructuras básicas como caminos o puntos de agua, y la ausencia de una coordinación adecuada entre los equipos de extinción y la población local, a la que además no se forma ni se permite participar pese a ser conocedora del terreno y principal interesada en combatir el fuego.
Pero URA no se limita a señalar fallos, sino que plantea un conjunto de medidas para mejorar la prevención y extinción de incendios, entre ellas: revisar la normativa ambiental para permitir cortafuegos e infraestructuras, reintroducir el pastoreo extensivo con programas piloto, devolver montes a sus propietarios, ejecutar planes de quemas controladas, formar a ganaderos y vecinos en tareas de prevención y extinción, crear órganos municipales y puntos de vigilancia permanentes, y contar con la participación de cazadores en la gestión del lobo y el análisis del impacto del aumento del oso pardo sobre el ganado.
1 año por solo 16€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión