«Un colegio que cultiva corazones y mentes es el reflejo de la realidad que soñamos»

Una casa y un colegio no tienen tantas diferencias a ojos de quienes los habitan. Para los 80 alumnos del colegio Francisco Fernández González de Cancienes y su equipo docente son prácticamente lo mismo. El teatro de La Lechera fue de ayer testigo de ello en la celebración del 50 aniversario del colegio, con una gala en la que participó el alumnado, los profesores, las familias, las autoridades municipales y el cronista de Corvera.

Chus Rodríguez, director del centro desde hace cinco años, puso de manifiesto la importancia de celebrar estas bodas de oro. «Sé que para la gente del pueblo supone algo importante porque mogollón de generaciones pasaron por aquí y están todos muy volcados», señaló previamente a que la gala empezara.

Actualmente el colegio, que se encuentra inmerso en su semana cultural, cuenta con poco más de 80 alumnos. «La matrícula está bajando. La caída de la natalidad en Asturias es algo que están sufriendo todos los 'coles', pero este año estamos bastante esperanzados porque creemos que va a entrar un número mayor de alumnos en 3 años de los que entraron en los cursos pasados», destacó Rodríguez.

Durante el acto, el director aplaudió la trayectoria de todo el personal y alumnado que ha pasado por un centro en el que «no sólo celebramos décadas sino vidas transformadas y sueños cumplidos». Algunas de esas vidas se vieron reflejadas en los vídeos que se proyectaron durante la jornada en los que participaron antiguos profesores y entre el propio público, donde hubo antiguos alumnos.

Iván Fernández, alcalde de Corvera, señaló que llegar a los 50 años para un centro como el de Cancienes «es una alegría». «Es el 50 aniversario y las bodas de oro porque es la celebración de un enlace del propio colegio con todas las generaciones que han pasado por el centro en el último medio siglo», señaló.

Durante la gala también no solo hubo momentos para mirar al pasado sino también para disfrutar del presente y proyectarse en el futuro, algo de lo que se encargó una decena de niñas y niños del coro escolar que con sus voces hicieron que el teatro rompiera en aplausos.

Así, con la alegría y el orgullo de seguir siendo la casa de muchos niños de la zona desde 1975 el centro celebró ayer ser referente porque, como destacó Chus Rodríguez, «un colegio que cultiva corazones y mentes es el reflejo de la realidad que soñamos».

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