La covid baja en Gijón y se mantiene en Oviedo, según el análisis de las aguas residuales
Salud espera contar con en breve con datos diarios gracias a un dispositivo ideado por la Universidad de Oviedo, Cadasa y MagnaDea
La semana del 18 al 24 de septiembre, las aguas residuales de Oviedo llevaban consigo la prueba de que la covid había aumentado en la capital. En ella y en los concejos de Siero, Noreña y Llanera, ya que de los cuatro municipios trata la depuradora de Villapérez. Desde ese momento, la situación se mantiene estable. En Gijón, la situación, sin embargo, ha cambiado. Las aguas tratadas en la depuradora de La Reguerona, las vertidas por 150.000 gijoneses, «muestran una bajada importante de la covid. Lo que parece demostrar que esta pequeña ola que estábamos teniendo ya empieza a remitir».
Así lo aseguró Valentín Rodríguez, responsable de Epidemiología Ambiental de la Consejería de Salud. Él fue el representante de la Consejería de Salud que acudió a la presentación, en la depuradora de Las Caldas, de CovRed, el nuevo dispositivo que dará en solo seis horas la alerta que ahora tarda una semana en llegar a los departamentos sanitarios.
Se trata de un sistema robótico que analiza las aguas residuales en busca de aquello que se le pida. En estos momentos, restos de covid, «pero también podrá hacerlo con cualquier virus o bacteria de RNA viral», señaló Rodríguez.
El gerente de Cadasa, Julio Pérez, fue más allá, «podrá detectar enfermedades como la polio o la hepatitis infantil». Cadasa conforma, junto a la Empresa Municipal de Aguas de Gijón (EMA), la Universidad de Oviedo y la empresa de ingeniería MagnaDea, las cuatro patas de un proyecto que arrancó hace dos años y en el que cada uno de los socios ha invertido 100.000 euros. «El objetivo ahora es dar al prototipo un tamaño más comercial y venderlo. Además, hay que recordar que está pensado para servir a zonas más vulnerables, como África o Sudamérica», dijo Pérez.
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Para las administraciones sanitarias «detectar un brote en horas es fundamental. El sistema actual, de recogida de muestras, su envío a Madrid y espera por los datos supone una demora de hasta una semana. No es eficaz», señaló Valentín Rodríguez, quien recuerda que la analítica «se lleva haciendo desde 2020 en la depuradora de Villapérez y desde enero de este año en la de Gijón».
En su opinión, «el potencial para la vigilancia y la monitorización de las poblaciones» que permite el CovRed «es enorme. Solo hay que pensar en que, ahora, los resultados nos llegan siete días después. Eso, cuando el virus está circulando, no tiene tanta importancia, pero cuando hablamos de un virus que deja de circular, monitorizando las aguas sabríamos si vuelve cuándo lo hace y dónde».
El prototipo está listo para salir ya al mercado. Se ultima una aplicación para que la alerta llegue, directamente, a los móviles.