La red geriátrica confía en que el brote en un centro de Langreo no pare el plan de desescalada

Sin embargo, un centro de Langreo rompió la racha, con un brote que afecta a ocho personas. Del total, solo una ha necesitado su traslado a un centro hospitalario. El resto permanece asintomático. Pese a que desde la Consejería de Salud se destacó el miércoles, cuando dio la noticia, que se trata «del primer brote desde finales de febrero», el temor entre usuarios y trabajadores se centró en que este caso suponga un nuevo retraso al plan de desescalada que reclama la red geriátrica asturiana.

«No estamos preocupados, ya que habría que saber qué sucedió», explicó el presidente de Ascege, la mayor patronal geriátrica asturiana de plazas concertadas. «Creemos que todo está bien», confirmó Marisol García, presidenta de Argas, la patronal que más centros aglutina. Para ambos, lo sucedido en Langreo no tiene porqué paralizar el calendario de desescalada que arrancará el próximo viernes y que permitirá 'abrir' los centros.

Porque, pese a que desde febrero la casi totalidad de plantilla y usuarios de la red geriátrica asturiana ha recibido la doble vacunación anti covid, la Consejería de Salud ha marcado un complejo plan de desescalada basado en datos epidemiológicos de cada municipio que trae consigo situaciones como la actual: los usuarios de las residencias ubicadas en Siero, pese a estar todos inmunizados, no pueden salir del centro ni recibir visitas, salvo excepciones, debido a que el concejo está en situación de cierre perimetral.

Rechazo al protocolo

La red geriátrica ha mostrado su rechazo a ese protocolo, también criticado por usuarios y familiares. Para el 9 de abril está previsto que la Consejería de Salud devuelva a la de Derechos Sociales y Bienestar las competencias en materia de centros sociosanitarios, especialmente la de los geriátricos. Unas que asumió la de Salud tras el decreto del estado de alarma, el 14 de marzo de 20202, debido a la necesaria medicalización de las residencias en las que se multiplicaron los contagios de la covid.

La consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Melania Álvarez, descartó ayer en Siero, donde acudió a visitar las obras de la residencia de Lugones, el único centro público que abrirá en esta legislatura, que el calendario se prolongara. Recordaba ella que «hace casi un año, cuando la primera desescalada, valorábamos que cada centro residencial es diferente, los hay grandes, pequeños, de muchos tipos» y que en esta nueva desescalada se seguirá el mismo proceso: «Cada centro tendrá que determina su plan de contingencia y cómo va a poder planificar esas visitas».

Aunque destacó el alto nivel de vacunación, «estamos por encima del 96% de vacunados entre usuarios y personal de los centros», recordó que «todavía hay que convivir con el virus y mantener la prudencia». No obstante, sí dejó claro que «todos estamos agotados tras estos meses tan duros» y, con el alto nivel de vacunación, «vemos que hay esperanza».