Desesperada búsqueda de un asturiano desaparecido en la India
Los compañeros de José Luis Bernal, perdido desde el viernes a más de 4.200 metros de altitud cerca del Himalaya, piden la mediación del Gobierno español en el operativo
PABLO SUÁREZ
GIJÓN.
Martes, 23 de octubre 2018, 11:05
«Nos quedamos sin tiempo. Si no lo encontramos rápido, morirá». El equipo de montañeros encargados del rescate de José Luis Bernal, el parapentista asturiano desaparecido en la zona de Bir Billing, al noroeste de la India y próxima al Himalaya, realizará a primera hora de la mañana una nueva incursión aérea por el área donde, creen, puede encontrarse su compañero, quien afrontó ayer su cuarta noche a la intemperie tras separarse del grupo con el que sobrevolaba esta famosa cima asiática y perderse, presumiblemente, a consecuencia de la frondosa nube que comenzaba en ese momento a cubrir la cordillera. «Está preparado para aguantar en estas condiciones, pero el tiempo apremia», incidían ayer los miembros del equipo después de que otro piloto lograse hablar con el propio desaparecido, con el que consiguió comunicar por radio.
Sin embargo, a pesar de esa conversación, 'Chelui', como le conocen cariñosamente sus amigos, no fue capaz de indicar el punto exacto en el que se encontraba, por lo que las labores de rescate han establecido un extenso perímetro que tratan de peinar de la forma más veloz posible. Un trabajo que se está llevando a cabo de forma completamente privada a través del seguro francés Club Alpi Francés (CAF), gracias al cual han podido obtener, aunque con horas de vuelo limitadas, un helicóptero capaz de manejarse en este tipo de operaciones. «Tenemos cinco horas de vuelo más. Si en esas horas no lo encontramos estamos perdidos», afirman a EL COMERCIO desde el equipo. Sin embargo, los rescatadores tasan en dos horas el tiempo que tardan en llegar a la zona una vez despeguen del campo base, ubicado en la aldea de Bir, a 600 kilómetros de la zona de vuelo. De esta manera, tan solo dispondrían de tres horas prácticas para efectuar el rescate. A partir de ese tiempo, dependerán enteramente de que un organismo público decida movilizarse para continuar con el rescate.
Lentitud burocrática
La opción más lógica sería la entrada en escena del ejército indio, que dispone de medios suficientes para desarrollar la operación con cierta garantía de éxito. Sin embargo, la lentitud burocrática de este país hace que sea muy complicado lograr esta gestión por parte del gobierno local. Por ello, el equipo de parapentistas, formado por asturianos y valencianos, ruega encarecidamente la actuación del Gobierno español. «A través de la embajada pueden saltarse los pasos burocráticos y lograr una reacción inmediata del ejército indio», afirman quienes consideran esta la última opción para lograr rescatar al asturiano.
A falta del vuelo de esta mañana, el resto de incursiones no han logrado establecer el paradero de Bernal. La última, realizada con un paramotor propiedad de un coronel indio retirado y que pretendía lanzarle víveres y medicamentos, se vio obligada a regresar una vez comenzó a cerrarse la noche. «Sabemos que está vivo. Nos dijo que estaba muy debilitado pero que estaba aguantando», insisten sus compañeros, quienes en un intento desesperado han lanzado una recogida de firmas a través del portal Change.org con la que esperan presionar al Gobierno para que actúe «de inmediato». A la preocupación por el estado de su compañero se suma también las condiciones de aislamiento en las que se encuentran inmersos. «Aquí las conexiones son muy malas. Estamos tirando de todos los recursos que podemos», afirman.
Un gran piloto
La situación de Bernal es absolutamente crítica. Sin reservas de comida, bebida y medicamentos, el frío y las posibles lesiones que pueda arrastrar también juegan un papel trágico, más si cabe cuando se encuentra a unos 4.200 metros de altura, «vendido» ante las inclemencias del tiempo. A pesar de todas estas dificultades, sus compañeros mantienen la esperanza. «Tenemos altibajos y hay momentos en los que nos frustra no poder estar haciendo nada. Es un gran compañero, un gran piloto y montañero. Lo queremos de vuelta porque lo necesitamos entre nosotros», afirmaba ayer uno de los integrantes del equipo con el que el asturiano realizaba el vuelo del pasado viernes.
La zona, situada en el estado de Himachal Pradesh, se levanta en uno de los extremos de la cordillera del Himalaya. «Es una zona preciosa, con cimas espectaculares que, como es obvio, entrañan los peligros propios de estas zonas», explicaba ayer un experto parapentista que ha desarrollado numerosos vuelos en el lugar.
Las dificultades a las que hace referencia vienen, en su gran mayoría, provocadas por una meteorología variable y la amenaza de tormentas que dificultan mucho el pilotaje. De hecho, en días anteriores a su desaparición, Bernal ya había realizado vuelos que se había visto obligado a finalizar ante la aparición de tormenta y niebla espesa. La modalidad practicada por el asturiano contempla vuelos de hasta tres horas de duración, con rutas que recorren unos 60 kilómetros. Concretamente, la realizada por el equipo asturvalenciano ascendía a una altitud de más de 4.700 metros, sobrevolando localidades como Barot, Boching, Tikkan o Marthan. «Es un lugar mítico para cualquier piloto que se precie», indican varios expertos.