Turón quiere volver al tajo en Santa Bárbara

«¡Eh! ¡Oiga! ¡Tenga!». El encargado de obra responsable de la rehabilitación del pozo Santa Bárbara se acerca a la valla. Se encontraba junto a la antigua sala de compresores de la explotación minera y deja la labor que estaba haciendo para hacer caso a la llamada, sabiendo de antemano para qué era. Desde el exterior, una vecina le entrega un papel. «Es otra petición de empleo», dice Isidro Adán Collazos. Y es que en una zona castigada duramente por el desempleo, que haya una obra que va a durar, al menos, doce meses abre la puerta a la esperanza para poder trabajar. «¡La cosa está muy mal!», dice en voz alta la señora.

«Esto ocurre todos los días. La gente acude hasta la obra para pedir un empleo de lo que sea. Se nota que la situación en la zona no es muy buena en el aspecto laboral», señala en encargado.

La petición que acaba de recoger, junto al arquitecto responsable de la reforma, José Ramón Fernández Molina, no es para ella. Se repite el patrón: «Suelen venir a pedir empleo para el marido o el hijo». En este caso, el solicitante es encofrador en el paro. Pero las expectativas no son buenas. Ahora mismo hay dos operarios iniciando las primeras labores de limpieza del recinto, que se centran en la retirada de la maleza y de los escombros acumulados tras años de abandono (la explotación acabó con la actividad en 1994). «Se espera que, cuando estemos a pleno rendimiento en las labores de reforma, seamos diez personas», dice Collazos. Explica que los trabajos no se pueden realizar de manera intensiva, y que el método es laborioso y cuidadoso para mantener los elementos que hay que rehabilitar. Por eso, no hacen falta muchos operarios.

El pozo está situado en un enclave donde predomina el paisaje industrial, huella de la historia y de la industrialización en el valle. La lluvia, las humedades y el vandalismo hacen que el conjunto se deteriore rápidamente. El objetivo del proyecto es la recuperación del conjunto patrimonial, centrándose las actuaciones en los dos castilletes, el pozo de ventilación y el edificio de compresores. Este último edificio se adecuará, además, para su uso museístico.

El proyecto

La Secretaría de Estado de Cultura adjudicó en abril las obras de rehabilitación. La concesión de los trabajos de consolidación y restauración de diversas edificaciones en el pozo recayó a la empresa Técnicas para la Restauración y Construcciones (TRYCSA), que posibilitará la recuperación de los dos castilletes, la sala de compresores y el edificio de ventilación. El importe de la adjudicación asciende a 662.483 euros, impuestos incluidos, lo que supone una reducción del presupuesto base de licitación, que estaba marcado en 945.998 euros.

Asimismo, hoy comienza el programa de visitas guiadas gratuitas para conocer la obra de restauración. Se trata de una iniciativa del Ministerio de Cultura para mostrar las labores que se realizan en el patrimonio cultural e industrial. Desde hoy, todos los fines de semana hasta el 26 de octubre habrá visitas para conocer las obras de restauración que está realizando el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE). Son cuatro pases por día en grupos de hasta 20 personas. Los visitantes están acompañados por técnicos especializados en Historia, Historia del Arte y Restauración que darán información detallada de este monumento para situarlo en su contexto histórico, social y cultural, además de una aproximación técnica a los métodos y criterios seguidos en los trabajos de recuperación que se están llevando a cabo.