La supresión de la misa dominical indigna a Lada

Los fieles de la parroquia de San Miguel de Lada se han levantado en pie de guerra después de que la misa habitual de los domingos, a las doce del mediodía, haya sido suprimida. De hecho, ayer, alrededor de medio centenar de personas se concentraron ante la iglesia, antes de la celebración de la eucaristía, en señal de protesta. «Queremos conservar lo que tenemos», señala Ricardo Rodríguez, uno de los vecinos concentradosr.

Los problemas comenzaron tras el fallecimiento del párroco de Lada, que aún no ha sido sustituido. Durante la baja se suplieron sus ausencias por distintos sacerdotes, pero su muerte significó el fin de la misa dominical. La solución que se ofrece ahora a los vecinos pasar por acudir a la misa del sábado. Las catequesis y los bautizos también han visto modificado su día habitual pasando del domingo al sábado, lo que los vecinos tampoco ven con buenos ojos.

«Reivindicamos un nuevo párroco, que sea estable y se involucre en el pueblo», pide Mercedes Iglesias, la delegada de la Alcaldía en el distrito. Asegura que buscan el diálogo, pero mientras ya han emprendido una campaña de recogida de firmas para enviar al Arzobispado.