Broche final a la temporada de esquí más atípica

La temporada de esquí en Asturias dice adiós en un año complicado por la pandemia y las restricciones sanitarias, que han pasado factura a los dos enclaves. Fuentes de Invierno apuró su apertura hasta ayer domingo, cuando recibió a los últimos esquiadores y aficionados a la nieve en la que fue la última jornada de la campaña, tres días después que Valgrande-Pajares, que decidió adelantar el cierre por los pocos espesores de nieve. 650 personas (1.000 era el aforo máximo permitido) se acercaron en la jornada dominical, la número 52 de la temporada, a la estación allerana, que ofreció algo más de cinco kilómetros esquiables en la parte media y alta.

«En la última semana, debido a la subida de las temperaturas, la nieve se transformó, desapareció mucha. Probablemente de continuar así si se alargara la temporada, en los próximos días tendríamos que cerrar por falta de nieve las pistas principales. Nunca nos gusta cerrar una temporada, pero es necesario», explicaba el director de la estación, Jorge Fernández Fierro. Opinión que comparten algunos esquiadores como Alberto Casar, quien subrayó que el calor ha hecho que haya zonas «sin nada de nieve», pero confía en que «la próxima temporada sea mejor».

La temporada de esquí 2020-2021, atípica donde las haya, queda atrás y toca pensar en la siguiente. Así lo explica el director de la Escuela de Esquí de Fuentes, Armando Valdés: «Asumimos el cierre de temporada con resignación. Confiemos en que la próxima acompañe la nieve en tiempo y forma y que dejemos atrás las restricciones sanitarias que tanto año han hecho». Como ejemplo, el cierre perimetral en el que estuvo inmerso el concejo y que pasó factura al complejo.

Más allá del límite de aforo o el cierre del municipio, la temporada estuvo marcada al empezar el año por la tragedia cuando un alud sepultó y acabó con la vida de dos operarios de Carreteras, César y Virgilio en la carretera al puerto de San Isidro. La vía, que da acceso a la estación allerana, estuvo cerrada al tráfico más de un mes.

A pesar de todos estos inconvenientes los usuarios reconocían ayer el esfuerzo que se hizo en ambos enclaves para poder disfrutar del manto blanco y de los deportes de invierno. «He podido esquiar en Pajares y en Fuentes. Los trabajadores de las estaciones hicieron un esfuerzo inmenso. Poder esquiar en Asturias fue un verdadero lujo», subrayaba José Luis Méndez.

«Fue una temporada corta, pero al menos hemos podido aprovecharla. Se hizo un gran esfuerzo manteniendo la nieve en buen estado sin contar con cañones de nieve artificial. No podemos pedir más. Fue un año complicado, todos tuvimos que aprender, pero el resultado ha sido más que aceptable», añadía el snowboarder Ander Martínez de Marigota.