Declaran los acusados de acabar a tiros con la vida del joven Iván Castro en La Felguera

Comienza el curso judicial en Langreo con la declaración -prevista a partir de las 10 horas de hoy- de los acusados de ser los autores de la muerte del joven Iván Castro, ocurrido en su garaje de La Felguera el 7 de diciembre de 2017. Testifican ante el titular del Juzgado de lo Penal el autor material de los disparos, Nelson A.; y quien fuera novia de la víctima y presunta instigadora del crimen, Marta R. El hermano mellizo del fallecido, Yonathan, declaró ayer al EL COMERCIO que confía en que a ambos «les caiga la máxima condena posible» por este delito. También señaló que desea que todo este proceso «acabe lo antes posible» ya que supone un «calvario» para la familia. Estas testificales se encuadran en la instrucción del caso previo al juicio oral.

El principal acusado del crimen, un taxista de Morcín, regresó el pasado mes de marzo a La Felguera, al lugar donde terminó con la vida del joven langreano de tres disparos, para realizar una reconstrucción de los hechos. No obstante, se negó a participar en la recreación del crimen efectuada por la Policía Judicial. Los investigadores trataban de determinar si los disparos se realizaron, como mantiene el autor de los mismos, como consecuencia de un forcejeo o si, por el contrario, como se desprende de las primeras investigaciones, se hicieron con la intención de terminar con la vida de Iván Castro por un móvil sentimental.

El crimen se produjo dentro de un garaje comunitario ubicado en el número 10 de la calle Ingeniero Fernández Casariego. El hallazgo del cadáver de un joven con un tiro en la cabeza, con el que presumiblemente había sido rematado, conmocionó a la localidad y generó una enorme alarma en el barrio. Después se supo que se trataba de Iván Castro, un joven muy querido en Langreo, al que nadie asociaba con ningún problema que pudiera desembocar en tamaño crimen. Casi un año después, en octubre de 2018, los sospechosos fueron arrestados por la Policía Nacional.

A los pocos días del crimen, familiares y amigos se mostraban disgustados con las palabras del delegado del Gobierno en Asturias de entonces, Gabino de Lorenzo, quien llegó a decir que el tiroteo pudo estar motivado en un ajuste de cuentas por drogas. «No sabe el daño que ha hecho», decía el hermano del fallecido. «Él nunca ha estado metido en esos temas, era un buen chico, que solo quería disfrutar de la vida después de luchar tanto contra el cáncer». De hecho, seguía en tratamiento para curarse de un linfoma de Hodgkin diagnosticado a mediados de la década del 2000. Por esa enfermedad había logrado el retiro y cobraba una pensión. Vivía con su novia, con la que mantenía una relación de dos años, a escasos metros del garaje donde guardaba su coche y en el que fue tiroteado. Su pareja resultaría ser, como apunta la investigación, la artífice de su muerte.

En la investigación han participado la Policía Judicial, la Comisaría de Langreo y miembros de la Unidad Central de Delincuencia Especializada en Violencia.