Hallan muerto en Carbayín al enfermo de alzhéimer que desapareció en Langreo

La búsqueda de José Mouriño, el octogenario con alzhéimer desaparecido en la tarde del sábado en Sama culminó ayer con el peor de los resultados. El operativo formado por unas cuarenta personas para dar con el paradero del lagreano arrancó a las nueve de la mañana. Dos horas más tarde un vecino de Oviedo encontró el cuerpo sin vida de Mouriño en el camino de acceso a una vivienda de segunda residencia que tiene en la zona alta de El Cotallón, en Carbayín Alto, que pertenece al concejo de Siero. El ovetense iba acompañado de otro vecino cuando se encontró el cadáver.

A simple vista, no presentaba ningún tipo de signos de violencia y todo apunta a una muerte natural. De inmediato se dio aviso a las fuerzas de seguridad y se desplazaron hasta la zona efectivos de bomberos de Asturias y agentes de la Guardia Civil. Tardaron poco en reconocer gracias a la descripción aportada por la familia que se trataba de José Mouriño. Además, llevaba los teléfonos de sus familiares en un bolsillo, a quienes comunicaron la triste noticia. Se da la circunstancia de que esa zona está cerca de Mosquitera, el pueblo langreano de donde era natural el fallecido.

Luis Vázquez, tiene su casa a escasos metros del camino donde fue hallado el cuerpo. De hecho, se encontró con José sobre las seis y media de la tarde del martes. «Salía de despachar el ganado y lo vi caminando por la carretera. Luego pasó por el camino. No lo conocía, pero pensé que era un vecino y le ofrecí una manzana que llevaba en un calderín para casa, pero me dijo que no y siguió su camino», recordaba.

Vázquez fue con toda probabilidad la última persona que vio con vida al octogenario langreano. Era un hombre al que le encantaba caminar, por lo que a los que le conocían no les extrañó que hubiese caminado más de doce kilómetros, entre su casa y la zona donde fue hallado su cuerpo. «Caminaba con pasos lentos pero sin parar, llevaba un paraguas de esos cortos, no medió conversación, así que pensé que iba a mirar al ganado o algo así», añadía el vecino sierense.

A José Mouriño se le había perdido la pista en el martes. Vecinos del distrito langreano de La Pomar indicaron que había tomado «un café» en un local al que solía acudir. Ahí se acabaron las pistas de lo que pudo hacer, por lo que su familia dio la voz de alarma y se inició un dispositivo de búsqueda que culminó ayer. La alcaldesa de Langreo, Carmen Arbesú, quiso agradecer la colaboración vecinal, ya que fueron muchos los voluntarios que se implicaron en el operativo.