Los hosteleros del Alto Aller dan ya «por totalmente perdida» la temporada de esquí

El concejo allerano salía ayer del nivel 4+ reforzado, por lo que los hosteleros tenían autorización para volver a montar las terrazas. Aun así, en poblaciones como Felechosa, en la zona alta del municipio, los establecimientos permanecieron cerrados. «Es que no les compensa», señalaba la responsable de un supermercado. «¿Que dónde se puede tomar un café? En Cuevas, anunciaban que abrían».

En este pueblo, antes de comenzar el puerto de San Isidro, las mesas del Mesón Cuevas se fueron llenando de clientes en una jornada en la que el sol empezó a brillar tras las primeras horas de la mañana, muy nubosas. Los clientes eran vecinos que se habían animado a subir la carretera del valle para disfrutar del día y tomar una consumición y aficionados a la montaña, que hacían un alto en la ruta. «Un mes llevamos cerrados», recordaba la propietaria del establecimiento, Cristina Lastra. «La primera vez que se decretó el nivel 4+ (el que permite abrir solo las terrazas) decidimos, de forma voluntaria, echar el cierre. Es que la cosa, con los contagios, estaba muy mal. Fue una decisión mayoritaria del sector en Felechosa por responsabilidad».

El suyo es un negocio especializado en comidas con un amplio comedor interior. Pero, por ahora, no se puede atender dentro. Los clientes que ocuparon las pocas mesas del exterior disfrutaban del sol ante las bajas temperaturas. Suele ser, además, un lugar de paso para los esquiadores que se desplazan a las estaciones de Fuentes de Invierno y de San Isidro, ya en León.

Debido al cierre perimetral tanto de la región como del concejo (este último finaliza en la madrugada de hoy), solo vecinos y esquiadores federados han podido desplazarse por Aller. Esta situación, unida a que el puerto de San Isidro estuvo un mes cerrado -desde el 1 al 30 de enero- por los aludes y el trágico accidente en el que fallecieron dos operarios del servicio regional de Carreteras, hacen que los hosteleros digan claramente que dan «totalmente perdida la temporada de esquí». Lastra lo asegura también.

Moreda fue de las pocos sitios en los que también hubo 'vermuteo'. Los vecinos empezaron a ocupar las terrazas de la plaza de la iglesia, protegidas por carpas. Tensi García, del bar La Galería, se mostraba optimista pese a los casi veinte días de cierre total. «Esperemos que esto se vaya animando. Ya es hora». En Llanos, una vez que se disiparon las nubes, la clientela ocupaba la terraza del merendero. Había ganas de tomar algo al aire libre.

Sin embargo, muy distinta era la situación en Collanzo y Levinco, donde no había establecimientos abiertos al público, y en Felechosa, donde era imposible encontrar un restaurante o cafetería abiertos. Había mesas y sillas en el exterior apiladas, a la espera de poder disponerse para acoger clientela. «Esperamos que vaya habiendo una apertura gradual de los negocios», afirmaban los vecinos de la zona. Será en la madrugada de hoy (0 horas del martes), cuando se levante el cierre perimetral del municipio. Ayer se mantenía. «Es normal. Tuvimos muchos brotes con muchos contagios», decían en una Felechosa sin apenas vida.