Piden a la Mancomunidad que apoye un centro para jóvenes con autismo en Ciaño
Las asociaciones Musi-Pedro Duro y TEA Nalón inician una recogida de firmas para adecuar el colegio de La Salle como centro diurno
Los jóvenes que presentan un trastorno del espectro autista (TEA), al cumplir 21 años, deben abandonar los centros escolares donde reciben sus terapias. Por ley, salen del sistema educativo. Una salida forzosa que no ofrece ninguna expectativa de futuro, salvo quedarse en sus casas atendidos por sus familiares o cuidadores privados que debe pagar su entorno. No existe, a día de hoy, en las comarcas mineras asturianas, un sólo centro a donde las familias puedan recurrir para que estos jóvenes puedan continuar con las tan necesarias terapias que requieren.
Una realidad que afecta a muchas familias, y que se prevé vaya englobando a más en los próximos años, ya que sólo en el Nalón hay más de 200 niños diagnosticados con TEA. Ante esta falta de expectativas, desde la asociación cultural langreana Musi-Pedro Duro se reclama a la Mancomunidad del Valle del Nalón que «reivindique ante el gobierno del Principado la conversión del antiguo colegio de La Salle, en Ciaño, en centro para jóvenes mayores de 21 años que presenten un trastorno del espectro autista». Jóvenes que en muchos casos cuentan con valoraciones de alta discapacidad y dependencia. Por ello, se requiere poner en marcha un recurso que dé respuesta a estas familias.
El ente supramunicipal es el centro de educación especial Juan Luis Iglesias Prada, ubicado en el distrito langreano de Sama, y donde hay muchos niños con TEA.
Para apoyar la propuesta, las asociaciones Musi-Pedro Duro y TEA Nalón han iniciado una recogida de firmas tanto presencial como telemática que ha comenzado con gran fuerza, ya que en tan sólo unos días se han superado con creces el millar de apoyos. La idea es que una vez recogidas las firmas, estas sean entregadas a los órganos de gobierno de la Mancomunidad para que sirvan como pilar de la reivindicación en el Principado, y se pueda comenzar a valorar la propuesta.
La idea es habilitar el antiguo colegio como un centro diurno para atender a estos jóvenes, con el fin de ofrecerles aulas y espacios polivalentes, donde realizar actividades para promover su autonomía personal, zonas para musicoterapia, fisioterapia, ofimática y comunicación. Además el inmueble langreano cuenta con amplias zonas exteriores ideales para programar actividades. Sin olvidar, habitaciones suficientes para habilitar en ellas aulas, cocina, un comedor y despachos.