Las piscinas de Turón, «condenadas al cierre» por una factura de agua «bestial»

La imagen que acompaña esta información podría no repetirse el próximo verano, ya que las piscinas de Turón se ven, según la entidad que las gestiona, abocadas al cierre a causa de un requerimiento del Ayuntamiento en el que se reclama el abono, con carácter retroactivo, de la tasa de agua de los últimos cinco años.

«Desde que llegó el requerimiento, los miembros de la directiva de la asociación vecinal no podemos dormir», confesaba ayer la presidenta del colectivo Mejoras del Valles, Silvia Suárez, que defiende que «nunca antes habíamos pagado esta tasa, porque era una especie de colaboración con el Consistorio». «Este es un servicio casi altruista, por el que muchos socios dedican su tiempo para el disfrute de vecinos y de visitantes. No ganamos nada», asegura. Ahora, el recinto está «condenado».

«Me eché a llorar cuando abrí la carta», recuerda Suárez. A su juicio, la cuantía reclamada es «bestial»; si bien prefiere no detallar la cantidad porque considera que «todos los detalles los tienen que tener los socios en la asamblea convocada para abordar el asunto» que tendrá lugar el próximo 27 de enero. La entidad suma un total de 600 personas inscritas que pagan una cuota anual de 20 euros, por lo que se ingresa por este concepto unos 12.000 euros en cada ejercicio. ¿Se puede pagar la factura del agua de un solo año con las cuotas que se ingresan de los socios de dos ejercicios? «No», sentencia la presidenta de la entidad. Es decir, que la suma reclamada por el Ayuntamiento es, cuando menos, superior a esos 12.000 euros. Esto, según Suárez, va a provocar inevitablemente el cierre de unas instalaciones que suman cuarenta años de historia y «son un punto de encuentro para todos los vecinos, con cada vez más afluencia. Era de lo poco que nos quedaba en Turón».

Pero no es solo la factura del agua; todo suma. En las cuentas de la asociación hay un remanente de unos 40.000 euros que se iban a destinar a ejecutar obras de mejora en las instalaciones que resultan «imprescindibles» para su entrada en servicio el próximo verano». Capítulo aparte merece el gasto del personal necesario, dos socorristas, que asciende a otros 15.000 euros desde mediados de junio hasta la mitad de septiembre. «Eso, sin contar con inversiones necesarias en cloro o en el mantenimiento de las instalaciones. La suma de todo ello hace inviable la apertura del recinto», lamenta.

«Nuestra asociación no se puede comparar con el Grupo Covadonga de Gijón o el Centro Asturiano de Oviedo», dice en referencia al claro declive poblacional que sufre el valle desde el fin de la actividad de la minería. «Cobramos una entrada que no cubre el coste del servicio, son dos euros para los socios, que no pagan los fines de semana, y tres para quienes no lo son; el último verano ingresamos unos 20.000 euros por este concepto, lo que denota que acude mucha gente porque se trata de uno de los pocos recursos de ocio de la zona».

Mejoras del Valle es la asociación que lidera las protestas y las reclamaciones exigiendo inversiones para el valle ante el Gobierno regional, exigencias aparcadas por el momento a causa de la problemática con las piscinas, «que -dicen- nos está ahogando». En la asamblea pretenden determinar qué postura adoptar de cara al futuro de la instalación e intentar encontrar una solución, que previsiblemente pasaría por una negociación con el Ayuntamiento de Mieres en busca de un flotador que evite la clausura definitiva del recinto de ocio.