Retiran por seguridad los cierres de un edificio a medio construir en Blimea

«¡Ya era hora!», exclamaban vecinos de la zona de El Campu de Blimea. Lo hacían al comprobar que operarios municipales se encargaban de desmontar las vallas y cierres de madera que protegen un edificio que se encuentra a media construcción y que amenaza con caer sobre la acera. y causar graves daños. Lleva así quince años.

Durante el desmontaje, el avanzado estado de deterioro de la mayoría de las piezas, hizo que algunas cayesen sobre la antigua AS-17. En la zona se encontraban agentes de la Policía Local de San Martín del Rey Aurelio, encargados de controlar todo el proceso y, afortunadamente, no hubo que lamentar ningún tipo de daño, ni personal ni material.

La decisión de actuar sobre el edificio se tomó hace unos días. Los vecinos insistieron en el peligro existente debido al mal estado de los cierres provisionales. El pasado miércoles 25 de febrero técnicos municipales, acompañados por el alcalde, José Ángel Álvarez 'Quirós', visitaron la zona para comprobar en primera persona el estado de deterioro de estos elementos, por lo que procedieron a tomar medidas y a desmontar de urgencia, a pesar de tratarse de un edificio privado (perteneciente a los denominados bancos malos), los cierres que podrían caer a la vía. Horas más tarde efectivos de bomberos retiraron los cierres del tejado y los trabajos continuaron ayer ya con personal municipal.

La edificación está ubicada en el centro urbano, entre las calles Principado de Asturias, Severo Ochoa y Alcalde Benito García Ciaño. Presenta un edificio de tres alturas y bajo cubierta y no está a la venta. Al comienzo de su construcción fueron varios vecinos los que se interesaron por los pisos, incluso algunos adelantaron un dinero para reservar una vivienda, dinero que les fue devuelto al paralizarse las obras. No se descarta que haya que tomar otras medidas por motivos de seguridad. Se da la circunstancia que en su interior se encuentran abandonados numerosos materiales de construcción.

El inmueble ya ha causado diferentes problemas a los vecinos de El Campu. Hace unos años se quejaron de la falta de seguridad para acceder al mismo tras comprobar que algunos jóvenes saltaban por los portones de sus bajos, e incluso por los huecos de las ventanas para entrar.