Santa Bárbara se reinventa tras un lustro de trámites

Lo que sí está claro y así lo confirmó Ponte, «aunque sin dar demasiados detalles para que no se malogre el proyecto», es que el pozo de La Rebaldana tendrá contenidos «novedosos, como muestras artísticas y se aplicarán las nuevas tecnologías». La idea es mostrar al público lo que era una explotación minera como la del valle de Turón.

Los contenidos que sí están ya comprometidos son dos exposiciones itinerantes: una de antiguo material médico del Sanatorio Adaro o la colección de lámparas mineras de la Asociación Cultural Santa Bárbara, cuyo grupo de arqueología industrial se ha mostrado más que comprometido con el impulso de este nuevo centro expositivo.

Después llegarán más exposiciones temáticas, ya que desde el Consistorio se ha dicho en varias ocasiones que hay varios colectivos y asociaciones interesadas en exponer en Turón. La Universidad de Oviedo también cuenta con un proyecto con el que mostrar la cultura oral asturiana. Está previsto que el recinto se incorpore a la red de museos del concejo y a las visitas que se organizan dentro del valle del Turón. Después, se diseñará un plan de usos y contenidos en el que se quiere tener en cuenta a colectivos culturales y a otros concejos mineros, tanto de la región como de fuera. Mieres mantiene vínculos con otras localidades que cuentan con museos mineros, como son Gallarta (Vizcaya), Barruelo (Palencia) y Sabero y Fabero (León).

En 2015 culminó la rehabilitación parcial del pozo, con una inversión de 660.000 euros. Permanece igual desde entonces. La mina, ligada a la empresa estatal Hulleras del Norte (Hunosa), cerró sus puertas en 1995 y desde entonces colectivos vecinales como la Plataforma Juvenil de Turón han luchado por su reconversión.

Pero Turón cuenta con otras explotaciones que, aunque no persiguen su misma protección, sí se han rehabilitado en los últimos años, como el pozo San José, ubicado junto al casco urbano. Mieres ha destinado 1,2 millones de euros -cifra que reclama al Principado- para su recuperación y no tiene uso alguno. A estos elementos se une el socavón del grupo de La Rebaldana. Su recuperación fue posible gracias a la iniciativa de miembros de la mencionada asociación Santa Bárbara, quienes, de forma altruista, trabajaron para reproducir fielmente este espacio minero con la finalidad de que pudiera ser visitado.