«Nos han dicho que salgamos, ha entrado el humo»

Hora y media después de declararse el incendio que arrasó con una de las naves del polígono de Silvota, las autoridades instaban a los empleados y clientes a desalojar el inmueble contiguo, ocupado por el hipermercado mayorista Makro. La dirección norte-sur del viento amenazaba el lugar.

Las caras de los trabajadores, que hasta entonces no eran conscientes de la tragedia que tenía lugar al otro lado de las paredes de su nave, eran de incredulidad. «Nos han dicho que salgamos, pero no tenemos ni idea de si podremos volver adentro», comentaba una joven con el uniforme de la empresa. «Ha entrado el humo», asentía otra. Junto a ellos, se juntaron decenas de curiosos que se encontraban en la zona, así como clientes del comercio que retrasaron al máximo su partida para grabar cada minuto del desastre.

Finalmente fue la acción conjunta de Policía y Bomberos la que logró desalojar el interior y el aparcamiento del hipermercado.